Remitido / OSE /
Boris Belkin sustituye a Karen Gomyo como solista invitado de la Orquesta de Euskadi
Bajo la dirección de Jun Märkl, interpretará el Concierto para violín nº1 de Shostakovitch
La Orquesta Sinfónica de Euskadi ofrece mañana sábado, 17 de octubre, en el Palacio Euskalduna de Bilbao el concierto correspondiente al segundo programa de su Temporada de Abono, que estos días ha ofrecido en las cuatro capitales habituales. El prestigioso violinista Boris Belkin sustituye en este programa de conciertos a Karen Gomyo, que se ha visto obligada a cancelar sus conciertos con la Orquesta de Euskadi por problemas físicos. Destacado representante de la escuela rusa, Belkin se enfrentará junto a nuestro director titular, Jun Märkl, al Concierto para violín nº1 de Shostakovitch. Completan el programa Petroushka de Stravinsky y la conocida Danza del fuego de El amor brujo de Falla.
Boris Belkin (Sverdlovsk, Rusia, 1948) es uno de los representantes más destacados de la escuela rusa. Ha tocado por todo el mundo con orquestas como la Sinfónica de Boston, Filarmónica de Nueva York, Filarmónica de Berlín, Filarmónica de Israel, Filarmónica de Los Ángeles, Bayerischer Rundfunk, Concertgebouw, etc. Junto a una nómina de directores de primer nivel: Bernstein, Ashkenazy, Mehta, Maazel, Muti, Ozawa, Temirkanov, Dohnnanyi, Dutoit, Rattle, Haitink, … Cada verano ofrece clases magistrales en la Academia Chigiana de Siena y ha sido maestro de violinistas de renombre como Janine Jansen. Boris Belkin actuó en 1993 en la Temporada de Abono de la Orquesta de Euskadi, bajo la dirección de Gabriel Chmura. Interpretó entonces el Concierto para violín de J. Sibelius.
El Concierto para violín nº1 de Dmitri Shostakovitch es uno de los conciertos físicamente más exigentes de todos los escritos para este instrumento, no en vano el solista apenas deja de tocar durante 35 minutos. Esta partitura, como otras del mismo período del compositor, combina la riqueza de texturas de sus obras sinfónicas con una voz ínitma expresada por el solista. En la segunda parte del concierto, se podrá disfrutar de una espectacular versión de la revisión que Igor Stravinsky hizo en 1947 de su Petroushka; esta pieza que el autor imaginó como un concierto para piano y orquesta se convirtió en ballet a sugerencia de Serge Diaghilev, creador de los Ballets Rusos, y como tal se estrenó en 1911. Y para terminar, el fragmento más conocido de El Amor brujo de Manuel de Falla: La danza del fuego.