Nora Franco Madariaga /
Realizar una pequeña selección entre 75 conciertos que se simultanean y solapan es complicado. Más aún teniendo en cuenta lo diferente que es un Wagner sinfónico de un íntimo cuarteto de Schubert, por ejemplo.
Mi selección es, por tanto, muy personal, aunque he intentado también dejar a un lado mis filias y fobias personales (que alguna hay) y mis posibilidades reales de acudir a los conciertos que les estoy sugiriendo, por lo que no esperen encontrarme siempre cómodamente sentada en el patio de butacas. Después de mucho dudar, he decidido exponerles mi selección en orden cronológico y no por otros criterios, por facilitarles la tarea. Sea como sea, elijan éstos u otros conciertos, no olviden disfrutar y vivir la música intensamente, que para eso es este festival.
Nº 2: Orquesta Sinfónica de Euskadi, José Miguel Pérez Sierra, director. Obras de Wagner y Richard Strauss.
Mi primer elegido es el concierto Nº 2 en el Auditorio Odisea (viernes 4, 19:30), en el que la Orquesta Sinfónica de Euskadi, bajo la batuta de José Miguel Pérez Sierra, interpretará el “Preludio y muerte de Isolda” de Wagner y el poema sinfónico “Muerte y transfiguración” de Strauss. Sin duda el programa es fabuloso, alrededor del tema de la muerte y la metafísica, que tanto influyó en los autores de finales del siglo XIX, sobre todo en el poema de Strauss que, a pesar de estar escrito con sólo 25 años, es la mejor metáfora del ocaso de una vida y, por qué no, del propio Romanticismo. Un concierto que nos servirá para tomar contacto con la época, los autores y el espíritu de su música.
Nº 21: Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias, Rossen Milanov, director. Obras de Richard Strauss.
En el concierto Nº 21 volvemos al Auditorio Odisea (sábado 5, 20:00), esta vez con la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias y Rossen Milanov. De nuevo Strauss y el poema sinfónico, pero esta vez será el humor el eje vertebrador de “Till Eulenspiegel” mostrándonos otra faceta del ser humano completamente distinta, antes de volver de nuevo al recursivo tema de la muerte con las “Cuatro últimas canciones” en la voz de Hanna-Elisabeth Müller, una verdadera obra maestra.
Nº 50: Das Neue Orchester, Chorus Musicus Köln, Sociedad Coral de Bilbao, Christof Spering, director. F. Mendelssohn: “Elías”, opus 70
Mi siguiente sugerencia nos lleva a Mendelssohn y a una concepción musical muy distinta con el concierto Nº 50, una vez más en el Auditorio Odisea (domingo 6 11:00). El oratorio “Elías” está musicalmente mucho más cerca del barroco de los grandes oratorios de Bach y Haendel, pero con un lenguaje orquestal romántico sencillamente maravilloso. Desde luego, es una hora muy poco propicia para escuchar un oratorio de esta relevancia, y la sonoridad de Das Neue Orchester con sus instrumentos de época puede resultar algo opaca al oyente acostumbrado a la brillantez de los instrumentos sinfónicos actuales, pero es una ocasión excepcional poder disfrutar de este oratorio íntegro. Sólo por eso, ya merece la pena. Las voces del Chorus Musicus Köln y la Sociedad Coral de Bilbao son otro buen aliciente en una programación sin apenas música coral.
Nº 64: José Antonio López, barítono, Rubén Fernández Aguirre, piano. Franz Schubert: Winterreise, D 911
Con mi cuarta elección abandonamos por fin la sala grande y nos acercamos a otro tipo de música mucho más íntima: nada menos que el “Winterreise” de Schubert. El concierto Nº 64 en la sala La Trucha (domingo 6 17:00) nos trae un maravilloso ciclo de lieder, esa otra gran “invención” del Romanticismo. Sólo la voz del barítono José Antonio López y el fantástico pianista Rubén Fernández Aguirre. Un dúo en el que música y poemas, voz y piano, se entrelazan en un baile sonoro, en un derroche de imágenes y sensaciones, delicado, poderoso y muy, muy vivo.
Nº 59: Asier Polo, cello, Massimo Spadano, violín, Marta Zabaleta, piano. Obras de F. Mendelssohn.
Mi última selección es el concierto Nº 59 en la sala Biblioteca Shakespeare (domingo 6 18:45), otro concierto muy íntimo que nos permitirá disfrutar de la unión de tres solistas de máximo nivel: Asier Polo (cello), Massimo Spadano (violín) y Marta Zabaleta (piano). En sus manos y en sus sensibilidades, la música de Mendelssohn es un éxito asegurado. Lied ohne Worte para violonchelo y piano, opus 109, Auf Flügeln des Gesanges para violín y piano, opus 34 y Trío nº 1 para piano, violín y violonchelo en re menor, opus 49. Simplemente delicioso.
Coda
Y, aunque éstos son mis cinco elegidos, creo que no abuso si les hago una indicación más: no dejen de escuchar a los alumnos de los conservatorios, porque son unos grandes músicos que les sorprenderán; y si quieren escuchar algo muy poco habitual, Teresa Berganza hará de narradora en el Sueño de una noche de Verano. Disfruten.