Klassikbidea /
Todas las aficiones tienen un componente de proselitismo. Cuando a alguien le apasionan el ajedrez o el surf se le hace difícil entender que sean indiferentes o invisibles para otros. Tendemos a defender y divulgar lo que nos gusta y también sabemos arrinconar lo que no nos atrae. A nosotros nos cuesta entender que la clásica o la ópera puedan no gustar.
Desde su inicio en octubre de 2013, Klassikbidea se pensó para evolucionar, mejorar y crecer de acuerdo a un ritmo lento y de manera perseverante y sigilosa, como un servicio a la música. Desde entonces el crecimiento de la revista es constante y sólido, y colaborar con iniciativas y entidades musicales vinculadas al Territorio subraya nuestra vocación de impulsar la música y también nos ayuda a asentarnos e ir cogiendo cuerpo poco a poco. Lo que no queremos es crecer a costa del rigor. No es que no sea nuestro estilo: es que sacrificar el rigor es lo contrario del estilo.
Las relaciones de Klassikbidea con los actores comprometidos con la cultura musical del Territorio son excelentes, y se va tejiendo una interesante red de colaboraciones, que planeamos incrementar en un futuro. Hoy mostramos en nuestra portada, por vez primera, un anuncio de la Sinfónica de Euskadi, hace unos meses fue Musika Música, acabamos de retirar (por este año) el Festival Internacional de Órgano Villa de Bilbao y dentro de poco saldrán a la luz otras colaboraciones, en las que ya estamos trabajando.
Gracias a Euskadiko Orkestra / Sinfónica de Euskadi por su confianza en Klassikbidea, especialmente a su equipo de Comunicación, que tan generosamente contribuye siempre a difundir nuestro trabajo. Eskerrik asko.
Por cierto: el verde combina muy bien con nuestro rojo.