Nora Franco Madariaga /
Decir que entre tanta oferta es muy difícil escoger es caer en lugares comunes. Y, aunque la indecisión me haya hecho revisar una y otra vez toda la programación de la Quincena, hay conciertos para todos los gustos y para todo tipo de planes. En cuanto a los planes, luego propondré uno; mi selección de conciertos, basada principalmente en mis propios gustos pero intentando complacer al mismo tiempo a distintos tipos de público, es la siguiente:
Viernes 5, Auditorio Kursaal, 19:00. English Baroque Soloists, Monteverdi Choir, Easo Eskolania, John Eliot Gardiner. Pasión según San Mateo de J.S. Bach. Una obra maestra de la música que nunca se debe dejar pasar, sobre todo si viene de la mano de Gardiner y su formación. Acierto seguro.
Lunes 8, Convento Santa Teresa, 18:00. Conductus Ensemble, Andoni Sierra. Réquiem para Shakespeare y Cervantes con obras de Victoria y Byrd. No podía faltar en esta selección una de mis debilidades: la música antigua. Y es aquí donde más me ha costado elegir sólo uno, porque todo el ciclo es tremendamente sugerente, así que he optado finalmente por lo apropiado del repertorio en este año conmemorativo.
Sábado 20, Auditorio Kursaal, 20:00. Budapest Festival Orchestra, Dénes Várjon, Ivan Fischer. Juego de Cartas de Stravinsky, Concierto para piano No.3 en mi mayor de Bartók y Sinfonía No.8 en sol mayor de Dvorak. Un repertorio clásico y agradable para una noche de verano de simple disfrute y relax.
Lunes 22, Teatro Victoria Eugenia, 20:00. Capilla Santa María, Lluis Vilamajó, Carlos García-Bernalt, Susana García de Salazar, Carlos Mena. Britten in memoriam con obras de Purcell, Vaughan Williams y el propio Britten. Una vez más, un solo nombre (Carlos Mena) da garantía de calidad a un concierto que, además, es capaz de integrar lo mejor del repertorio inglés aunque esté separado por casi tres siglos. Delicioso.
Y no podía faltar en mi lista el gran concierto de esta temporada por lo singular y por lo monumental de la ocasión, además del componente musical, por supuesto: miércoles 31, Auditorio Kursaal, 20:00. Orquesta Sinfónica de Euskadi, Orquesta Sinfónica de Bilbao, Orfeón Donostiarra, Orfeón Pamplonés, Easo Eskolania, Araoz Gazte Abesbatza, Thomas Ospital, Christian Elsner, Javier Sánchez, Víctor Pablo Pérez. Te Deum de H. Berlioz. Una velada insólita que, sin duda, no nos dejará indiferentes.
Ocio. Y, en cuanto al plan, permítanme sugerirles algo tremendamente sencillo pero muy agradable, tanto en pareja, en familia, como con amigos: tras una visita al Aquarium, una lancha les acercará a la Isla de Santa Clara, donde podrán disfrutar de paseos, bellas vistas y, si el tiempo acompaña, un baño de naturaleza. Ideal si se han acordado de meter en la mochila unos bocadillos de tortilla. Disfruten.
Pablo Cepeda /
Estas son mis recomendaciones musicales.
Día 5, English Baroque Soloists – Monteverdi Choir. Pasión según San Mateo BWV 244, con John Eliott Gardiner en el Kursaal. Probablemente la mejor opción, a día de hoy, para escuchar la obra cumbre de Bach.
Día 31, Orquesta Sinfónica de Euskadi y Orquesta Sinfónica de Bilbao junto al Orfeón Donostiarra y el Orfeón Pamplonés, en el Kursaal. Una cita histórica, por lo inusual de las formaciones presentes y por la magnitud del Te Deum de Berlioz. Destaca asimismo la presencia de Thomas Ospital, organista con una carrera meteórica. Paradójicamente, en un festival que organiza un ciclo de órgano romántico con instrumentos e interpretes de nivel internacional, se ha escogido un recinto que no dispone de órgano de tubos, es decir, de un órgano de verdad.
Día 9, Daniel Roth, organista, en la Basílica de Santa María del Coro. Obras de J.S. Bach, Franck, Widor y Wagner. Un evento de acceso gratuito que conjuga el mejor instrumento de la colección de órganos donostiarras (un Cavaillé-Coll de fama mundial) con la actuación del veterano organista titular del Cavaillé-Coll de Saint Sulpice, heredero de una tradición que evoca nombres como Widor, Franck, Dupré, Saint-Saëns…
Día 9, Benjamin Alard, clave. “Bach a la maniera italiana”, con obras de J.S. Bach y Domenico Scarlatti, en el Convento de Santa Teresa. Benjamin Alard es un clavecinista llamado a ocupar el hueco dejado por Gustav Leonhardt, y caracterizado por su personal estilo de fraseo.
Día 21, Budapest Festival Orchestra, junto al Orfeón Donostiarra y el Orfeoi Txiki, interpretantdo la Sinfonía nº 3 en re menor de Mahler, con dirección de Ivan Fischer. No hay más que añadir.
Ocio. Recomiendo una visita a Albaola, en Pasaia, donde se está construyendo una replica del San Juan, un ballenero vasco del siglo XVI cuyo pecio fue descubierto en Canadá. Si hay ganas de caminar se puede llegar a Pasaia por un sendero que rodea el monte Ulia, ofreciendo unas espectaculares vistas de San Sebastián.
En el plano gastronómico, los jueves hay gastro pote en el Mercado de San Martín. Para el café, nos decantamos por el Kantoi (C/ Mayor 10) y, aprovechando la cercanía, merece la pena hacer una parada en la Pastelería Izar, en el número 2 de la misma calle.
Joseba Lopezortega /
El auditorio Kursaal ya ha disfrutado este año de una gran cita con Berlioz, el excelente “Requiem” ofrecido el 3 de mayo por la Orquesta del Capitolio de Toulouse y el Orfeón Donostiarra, dirigidos por Tugan Sokhiev. Dentro de la programación de Quincena, el mismo auditorio va a ofrecer la posibilidad de escuchar el infrecuente Te Deum, cita extraordinaria –y no sólo por infrecuente– que ya sido destacada, merecidamente, por Nora Franco y Pablo Cepeda. Difícil no coincidir. El 31 de agosto, clausurando la edición.
La Sinfonía número 3 de Mahler con la Orquesta del Festival de Budapest, las mujeres del Orfeón Donostiarra y el Orfeón Txiki tiene gran interés, al menos para los devotos del compositor bohemio. Ese interés de este programa no sólo está en escuchar esta gran obra con tales garantías, sino en poder contrastar la versión de Fischer con la que ofreció Yannick Nézet-Séguin en la misma sala, también dentro de Quincena, en un todavía reciente 2011. Aquella versión resultó vacua y efectista como un cascarón de avestruz, con el sobrevalorado Nézet-Séguin convertido en estrella del programa. Un maestro antitético respecto a Fischer. Será el 21 de agosto en Kursaal.
La Sinfónica de la Radio de Frankfurt estuvo en 2013 en Quincena con Paavo Järvi, quien dirigió una interesante Cuarta de Bruckner, entre otras obras. En esta edición sobresale la cita en la que, junto a La consagración del hogar de Beethoven, la orquesta de la capital de Hesse ofrecerá el Concierto para violonchelo de Haydn con Steven Isserlis como solista y la Sinfonía número 1 de Brahms, con dirección del belga Philippe Herreweghe, fundador del Collegium Vocale de Gante que también visita de forma rutilante esta edición de Quincena. Esta cita con la Radio de Frankfurt, segunda y última de las que ha programado Quincena, será el 28 de agosto en Kursaal.
Como nos hemos fijado el muy exigente límite de cinco programas para esta propuesta, me resta proponer dos. La Pasión según San Mateo, con English Baroque Soloists, Monteverdi Choir y Easo Eskolania dirigidos por John Eliot Gardiner es una cita absolutamente deslumbrante, probablemente una de las joyas indiscutibles de esta edición. Esta Pasión con estos intérpretes es un monumento cultural y musical de esas que, además de rearmar a los aficionados en su militancia melómana, blasonan con orgullo la pertenencia a la gran herencia cultural europea. La cita es el 5 de agosto en Kursaal, y qué quieren: lamento no poder estar en Donostia en esa hora y lugar.
Como quinta propuesta, el piano de Nikolai Lugansky en el teatro Victoria Eugenia, el 6 de agosto. Lugansky ofrece Preludio, fuga y variación de Franck, los Cuatro Impropmtus D.935 de Schubert, Las estaciones de Chaikovski (Junio, Agosto, Septiembre, Octubre, Noviembre y Diciembre) y los números 3, 4, 5 y 6 de los exigentes Momentos musicales de Rachmaninov.
Ocio. Tanta centralidad de la música y del eje urbano Victoria Eugenia – Kursaal me sugieren un cambio de escenario para disfrutar de Quincena. Larga es la sombra del Rossini gourmet: en Getaria, los ritmos y tonalidades de las piezas de Cristobal Balenciaga en su Museo antes de disfrutar de una sopa de pescado y un rodaballo en el Elkano. Y algo de sosiego, para maravillarse mientras se viaja por la carretera que une Zarautz con Getaria.