Mundoclasico: “Ante fuerzas que se imponen”
Joseba Lopezortega /
Euskalduna Jauregia, Bilbao, 5 de octubre de 2016. Susanne Elmark, soprano. Peter Schöne, barítono. Carlos Mena, contratenor. Orfeón Donostiarra (José Antonio Sáinz Alfaro, director). Orquesta Sinfónica de Euskadi. Director: Jun Märkl. Xabier Sarasa: Fanfarria #3308. Toshio Hosokawa: Meditation. To the victims of Tsunami. Carl Orff: Carmina Burana. Aforo: 2164. Ocupación: lleno.
Una obra grande esperaba agazapada entre la Fanfarria que abría la temporada de la Sinfónica de Euskadi y la exitosa Carmina Burana, que ocupó toda la segunda parte del programa: Meditation. To the victims of Tsunami, de Toshio Hosokawa. La idea era atractiva: llevar al público una composición de un contemporáneo fundamental gracias a la atracción ejercida por el hit de Carl Orff. En la práctica la obra de Hosokawa pasó muy desapercibida en Bilbao, encontrando una recepción distante por parte de un público que masivamente iba a escuchar Carmina Burana y que con ese objetivo llenó el gran auditorio del Euskalduna. Lo cierto es que se escuchó una excelente versión de la cantata y la OSE hizo diana, si bien con un precio: lo demás quedó borrado.
Jun Märkl comenzó la interpretación de Orff con un O Fortuna vertiginoso, y durante toda la evolución de la obra apostó por marcar con intensidad su variedad rítmica, una de sus fortalezas evidentes. Estuvo entregado y supo tejer complicidades, disfrutando de forma palpable: malo para esta obra que el maestro se muestre apático. La orquesta respondió con calidad y entusiasmo en todas sus secciones, el Orfeón tuvo altibajos y desigualdades, lejos de las mejores prestaciones que le he escuchado últimamente, y el trío de solistas estuvo a un nivel simplemente fantástico tanto vocal como escénicamente, transmitiendo cuanto la obra encierra de agitación, artificio y desmesura, y volcando grandes dosis de placer en sus diversos quehaceres. Carlos Mena resultó un cisne maravilloso, en su breve y dramática intervención, luciendo sus galas de contratenor para dar una cátedra sobre el sarcasmo negro que encierra ese pasaje. Susanne Elmark resultó francamente sorprendente, porque cuando comenzó a cantar parecía que el auditorio le era pequeño: qué potencia de voz, y sin embargo qué facilidad para la coloratura, y cuánta malicia e intención a lo largo de todas sus partes. En cuanto al barítono Peter Schöne, fue quizá el triunfador de la noche en el contexto de una interpretación global más que notable. Schöne caracterizó sin reservas a sus personajes, combinando dotes actorales y una voz dúctil y a la vez firme, con buena calidad en los agudos. Una espléndida prestación. La ovación al término de la obra, qué decir, fue de gala, incluyendo una rociada de aplausos a un Orfeón que no mereció tanto.
Toshio Hosokawa es uno de los compositores protagonistas de la temporada de la orquesta, en la que se interpretarán otras dos obras suyas en un programa venidero. Además ha trascendido que la OSE va a grabar un disco con obra del japonés con dirección de Jun Märkl, quien ya ha grabado anteriormente obra de Hosokawa con la Orchestre National de Lyon. Meditation. To the victims of Tsunami es intensa y perturbadora: cadenciosa, con expresiones repetitivas de duelo y destrucción que no se manifiestan en forma estruendosa, sino como una llamada a la contención ante fuerzas que son superiores e incomprensibles, y por ello opresivas, unas fuerzas manifestadas en forma de dinámicas y texturas orquestales que parecen desechar todo intento de comprensión racional. Hay energía, desasosiego y una bruma palpable y lacerante en esta intensa e interesante obra de Hosokawa.
Había abierto el programa Fanfarria #3308, de Xabier Sarasa. Es una obra para metales y percusión breve y bien construida, de lineas firmes y bien delineadas, con una notable mesura y una intensidad que la sitúan en un plano grave e introspectivo. Se trata de un encargo de una Sinfónica de Euskadi que, con esta obra, declaraba formalmente iniciada su temporada.
1 comentario
Una maravilla tu crítica, Joseba, es un auténtico placer leerte y una lástima no estar a la altura requerida para apreciar en profundidad el contenido que encierran tus hermosas palabras.
Un auténtico placer, Joseba López Ortega.