Pablo Cepeda /
Mañana sábado a las 20:15, dentro de la XXVII Quincena Musical de Durango se celebrará un concierto sinfónico original tanto por el programa como por sus dos protagonistas. El primero de ellos, la BOS con su director titular Erik Nielsen al frente de la formación; el segundo el órgano Walcker (1943) comandado por el joven organista andorrano Aarón Ribas. En programa obras de Haydn, Liszt y Widor con entrada libre hasta completar aforo.
El concierto se iniciará un movimiento de la Sinfonía nº104 de Haydn “Londres”, la última del grupo de 12 que realizara el maestro vienés para sus dos giras londinenses.
El órgano tomará la palabra con el Preludio y Fuga sobre el nombre de BACH de Liszt en la interpretación del joven organista Aarón Ribas. Obra compuesta para la bendición del órgano de la Catedral de Merseburg, en aquel momento el mayor de Alemania y cuya construcción visitó varias veces en su fase final. Liszt toma las cuatro notas Si bemol-La-Do-Si natural, que en notación alemana forman la palabra B-A-C-H y construye una monumental fantasía que explota todos los recursos orquestales del órgano, desde el misterio presente en las sonoridades graves y profundas del órgano alemán, hasta el brillo del tutti del instrumento, en un alarde de virtuosismo hecho a la medida de la de la figura de Liszt. El órgano Walcker de la basílica de Durango, aunque construido en 1943, comparte ciertas características tímbricas con el citado órgano de Merseburg (Ladegast 1854) especialmente en cuanto al timbre de los fondos, por lo que se antoja especialmente atractiva la inclusión de esta obra en el programa.
Ribas, que cuenta con 24 años en la actualidad ha ganado el segundo premio y el premio del público en el concurso en conmemoración a Joseph-Gabler en Ochsenhausen y el segundo premio del Concurso Permanente de Juventudes Musicales celebrado en Girona.
Para la parte final del concierto dos orquestas, una sinfónica, la otra de tubos unirán sus fuerzas al servicio de la música.
La tradición de la música para órgano y orquesta encuentra uno de sus primeros ejemplos en los conciertos que Haendel ofrecía en los entreactos de sus óperas, con la orquesta y él mismo al teclado. Durante el romanticismo, con la construcción de salas sinfónicas o polivalentes que incluían órganos de gran tamaño los compositores comenzaron a crear nuevo repertorio para esta formación. Entre los ejemplos más destacados la Gewandhaus de Leipzig (1884, órgano Walcker), el Palacio del Trocadero en París (Cavaillé-Coll 1878), el St George Hall de Liverpool.
Entre los órganos construidos recientemente en auditorios se encuentran los del Walt Disney Hall en Los Ángeles (Rosales, 2004) y el de la Maison de la Radio France (Grenzing, 2016)
Fue precisamente para el órgano de la sala de conciertos del Trocadero en París que Charles Marie Widor compuso su sexta sinfonía op.42para órgano en 1878. Posteriormente en 1880, recibió el encargo del Príncipe de Gales, futuro Eduardo VII para interpretar un concierto en el Royal Albert Hall de Londres. Aprovechando la anunciada presencia de la London Philarmonic en la misma velada, Widor propuso realizar una obra para órgano y orquesta que habría de estrenarse en 1882.
Organista de Saint-Sulpice (el mayor órgano de Francia en aquel momento) y autor de un tratado de orquestación, Widor tomó varios movimientos de sus segunda y sexta sinfonías como base para construir la que se bautizó como Sexta Sinfonía op.42b. El estreno en americano de la obra en Filadelfia congregó en trono a 10.000 espectadores bajo la dirección de Leopold Stokowsky.
Volviendo a Durango , la BOS ofrecerá el concierto bajo el coro de la iglesia de manera que órgano y orquesta ofrezcan un sonido sincronizado y coherente. La interpretación del órganista podrá seguirse en una pantalla gigante colocada en el coro, sobre la orquesta.
El concierto está organizado conjuntamente por la Asociación cultural Arandoño y la Quincena Musical de Durango.
(Foto de la portada: Aitor Olea Juaristi)
© Pablo Cepeda Gutiérrez, 2016.