Una selección de cinco conciertos en Musika Música
Pablo Cepeda /
La selección de conciertos que propongo para esta edición del Musika-Música trata de sacar provecho de las formaciones que acuden por primera vez al festival. Igualmente los repertorios seleccionados incluyen piezas bien conocidas que merece la pena revisitar así como tesoros ocultos que descubrir.
Nº 27 Josu de Solaun, pianoa/piano
E. Granados: Allegro de Concierto, opus 46
E. Granados: Los Requiebros (Goyescas)
E. Granados: La Maja y el Ruiseñor (Goyescas) E. Granados: El amor y la Muerte (Goyescas)
El nombre de Josu de Solaun resuena cada vez con más fuerza en el panorama internacional de piano. Su reciente visita en la temporada de la BOS nos dejó con ganas de seguir escuchándole y este exigente programa de Granados nos ofrece una gran oportunidad.
Nº 29 Jennifer Pike violín, BBC Philharmonic, Juanjo Mena director.
R. Vaughan Williams: The Lark ascending para violín y orquesta
E. Elgar: Variaciones Enigma, opus 36
Música delicada en manos de una formación de renombre que nos acerca a un programa propio de las míticas veladas de los Proms londinenses. Al frente, el maestro Mena, con una creciente presencia en Bilbao en un momento de definición de su futuro a medio plazo.
Nº 32 Isabel Villanueva (viola) & Judith Jáuregui (piano)
E. Granados: Sonata para violín y piano (arr. I. Villanueva) R. Clarke: Sonata para viola y piano
G. Gershwin: Tres preludios (arr. para viola y piano)
Judith Jáuregui es una de las artistas fijas en las salas de música de cámara de este festival. En esta ocasión viene acompañada de Isabel Villanueva, que acaba de ser galardonada con el premio de cultura de la Comunidad de Madrid en su apartado de música clásica.
Nº 40 (bis Nº 63) David Grimal violín y dirección artística Les Dissonances
A. Piazzolla-A. Vivaldi: Las cuatro Estaciones
Las cuatro estaciones de Vivaldi apenas necesitan presentación. En un afán de renovar el repertorio, desde finales del pasado siglo se asocian a las 4 piezas homónimas de Piazzolla. Excelente violinista, David Grimal lidera Les Dissonances una atípica orquesta sin director que ha dejado muy buen recuerdo en pasadas ediciones del Musika-Música por su estilo vivo y aparentemente espontáneo.
Nº 55 Michael Chance contratenor & Fretwork
G. Butterworth: Bredon Hill / Is my team ploughing M. Nyman: Balancing the books
R. Vaughan Williams: Linden Lea / Nocturne
N. Muhly: Slow (In Nomine)
Si año pasado el barítono Christopher Robertson y el pianista Rubén Fernández nos deleitaron con una pequeña muestra de música vocal inglesa bajo el título de “The English Songbook”, en esta ocasión el reconocido grupo Fretwork abandona su habitual repertorio antiguo y aporta la calidez de la cuerda en conjunción con la frágil y bella voz del contratenor Michael Chance en un delicado programa para oídos sensibles y curiosos.
Nº 58 Orpheus Chamber Orchestra
J. Adams: Shaker Loops
B. Britten: Sinfonía Simple, opus 4
¿Qué pasa cuando juntamos una destacadísima orquesta de cámara del mundo con una obra tan brutal como Shaker Loops de Adams? Que puede salir uno de los mejores conciertos de la temporada. Cierra el programa un bombón obra de Britten.
Nutridos, hidratados y a por todas
Joseba Lopezortega /
Viernes. Se hayan tomado o no los sorbos londinenses y neoyorquinos que propone el concierto inaugural, el viernes aguarda un potente cóctel centrado en dos figuras representativas del imprescindible exilio centroeuropeo a los Estados Unidos, Erik Korngold y Bela Bartok, el primero asentado en California y el segundo en Nueva York. Ambos son parte destacada de la gran inculturación europea en el acervo musical norteamericano. Señalado en el programa con el Nº 2, David Grimal -violín y director- y Les Dissonances harán el precioso Concierto para violín de Korngold y el imprescindible Concierto para orquesta de Bartok. Después, con el Nº 8, a la sala A1 a escuchar a la Münchener Kammerorchester con un programa Copland (Dos piezas para orquesta de cuerdas), Britten (Lachrymae para viola y cuerdas) y Bryce Dessner, un compositor norteamericano en activo de quien se hará la versión para cuerdas de Aheym, originalmente para cuarteto de cuerda. Una ventana a la creación contemporánea.
Sábado. Por la mañana me remito a lo que ya he sugerido en nuestra recomendación para una visita de sólo unas horas a Musika Música. Ya por la tarde, concierto Nº 24, repetición del Nº 1 o inaugural: la pianista Olga Kern, la Coral de Bilbao y la Orquesta Sinfónica de Bilbao con dirección de Stefan Asbury en un programa que ofrece Porgy and Bess, cuadro sinfónico de Gershwin y Russell Bennet. Se trata de una especie de selección -batiburrillo sería más exacto- creada por Bennet partiendo de la composición de Gershwin, pero funciona, máxime en el contexto combinado y asertivo de este programa. Después, Rhapsody in blue de Gershwin, convertida por el tiempo en un monumento neoyorquino, e In honour of the city of London, de Walton; para finalizar, la célebre Pompa y Circunstancia, marcha militar no 1, de Elgar. Como alternativa, en la sala A2 y con el Nº 26, estará el Cuarteto Schumann haciendo el Cuarteto nº 1 de Ives y el Cuarteto Echoes de Bernard Herrmann, otro gran europeo en Hollywood. La de Herrmann es una obra muy difícil de escuchar en directo.
Con el Nº 30, la exquisita Orpheus Chamber Orchestra haciendo Lullaby de Gershwin, Appalachian Spring de Copland y Rest These Hands de la joven británica Anna Clyne, otra ventana a la obra de compositores vivos. La Orpheus es, en mi opinión, la más sobresaliente presencia de esta edición de Musika Música. Ya por la noche, con el Nº 41, el Cuarteto Gerhard con un fragmento de Barber, dos cuartetos de Philip Glass y la versión de Misirlou empleada por Tarantino en la película Pulp Fiction.
Domingo. Para la mañana, me remito a los comentarios de Nora Franco en nuestro anterior artículo. Por la tarde, uno de los programas exquisitos de la edición, y probablemente mi concierto preferido sobre el papel, el Nº 58: Orpheus Chamber Orchestra con obra de John Adams, Shaker Loops, y la Sinfonía Simple de Britten, una obra que hay que valorar en una audición como la que a buen seguro deparará Orpheus. Después las opciones se dividen: con el Nº 62, Josu de Solaun haciendo el Concierto para piano de Gershwin con la Sinfónica de Galicia en el auditorio, o bien (Nº 63) Les Dissonances con Grimal haciendo la en principio ajena a la temática de este año Las cuatro estaciones de Piazzolla. Y, para cerrar una vivencia musical intensa de tres días, el Nº 69: el Cuarteto Schumann haciendo obra de Copland, Glass y el magnífico número 12, Americano, de Dvorak, un perfecto colofón para esta edición que posa su mirada en el mundo anglosajón desde la raíz europea y la vocación europeísta de Bilbao.
Una recomendación: no olviden nutrirse e hidratarse convenientemente si van a andar de sala en sala. Para disfrutar bien de Musika Música, que es una cita de cierta intensidad, hay que cuidarse.
Maratón trasatlántico
Nora Franco Madariaga /
La propuesta Londres-Nueva York del festival Musika-Música de este año nos va a tener a muchos cruzando el Atlántico de un lado al otro en un loco maratón durante cuatro días. Pero bendita locura la que nos va a permitir disfrutar de la mejor y más elaborada música británica y de esa música norteamericana descaradamente joven y vibrante que nos ha dado la transición del siglo XIX al XX; dos estilos muy distintos y a la vez muy cercanos que no tienen razón de ser el uno sin el otro.
El festival (y mi propuesta de “plan de viaje”) comienza oficialmente el jueves con el concierto de apertura [01] que, como es habitual, corre a cargo de la Orquesta Sinfónica de Bilbao y la Sociedad Coral de Bilbao con un programa mitad norteamericano, mitad británico, como no podía ser de otra forma; una buena manera de ir entrando poquito a poco en este trepidante fin de semana.
El viernes empieza a subir la temperatura con ocho conciertos, todos muy apetecibles pero, como el fin de semana es largo y, aunque no siempre repitiendo programa, todos los artistas y formaciones vuelven a actuar en otro momento del festival, una interesante opción es aplazar los grandes conciertos para los siguientes días y asistir a la charla de Patricia Sojo y César Coca sobre los grandes de la música en la gran pantalla [06] y, tal vez, escuchar después a la Orquesta Sinfónica de Galicia haciendo las Variaciones Enigma de Elgar, que son una obra imprescindible en esta temática [07].
Con el sábado llega el verdadero maratón. Así, sugiero empezar la mañana con el pianista Miguel Ituarte tocando Copland [14] para ir entrando en ambiente. Después se presenta la ocasión ideal para escuchar al Athenäum-Quartet de la Berliner Philharmoniker [18] pero, si van con niños, no deben perderse la sesión familiar de Euskadi Brass con Alberto Urretxo [20].
Para la tarde, la Münchener Kammerorchester [25] y seguido, casi sin moverse de la butaca, la maravillosa Orpheus Chamber Orchestra [30], dos agradables conciertos en los que casi importa más disfrutar de las formaciones que del repertorio. En mi caso, con los años he aprendido a dosificarme y a no correr de una sala a otra, de una cola a otra, y disfruto de los tiempos muertos, charlando con los numerosos amigos y conocidos que me cruzo, escuchando la fantástica labor de los conservatorios y escuelas de música que nos visitan estos días, leyendo los programas, tomando un café o, simplemente, empapándome del ambiente, cosa que invito a hacer a cualquiera que se acerque al Euskalduna estos días, mientras esperamos el comienzo del concierto de Les Dissonances y David Grimal [40] con una versión de Piazzolla de Las cuatro estaciones de Vivaldi, extrañas en esta programación pero de seguro fantásticas para finalizar la jornada.
La mañana del domingo debe comenzar, sin ninguna duda, con la Banda Municipal tocando marchas y música inglesa [43], por lo que después estaría bien pasarse al lado norteamericano con Bernstein y la OSPA [48], pero personalmente me atrae más el programa de la BOS [49]. Después, la última oportunidad para escuchar a la BBC Philharmonic [53] aunque, si es demasiado para una sola mañana, les propongo un peculiar concierto con el contratenor Michael Chance y el Fretwork consort [55] que es una verdadera delicia.
Después de comer, la Orquesta Sinfónica de Navarra con el violoncellista Asier Polo y la Sociedad Coral de Bilbao [57], un poco más del ambiente festivalero y, si les quedan ganas, Ainhoa Zubillaga, Mikel Andueza e Iñaki Salvador con sus Voces de cine [66]. Y para terminar, la OSE interpretando Los Planetas de Holst [67]. Un lujo de maratón trasatlántico.