Joseba Lopezortega /
La Euskadiko Orkestra ha iniciado su andadura posterior a la crisis sanitaria Covid-19 con mucha energía, desplegando una intensa actividad en distintos frentes: ha puesto en marcha una cuidada oferta de ocho programas de concierto para su emisión por la televisión pública vasca, ETB; ha comunicado que adopta un nuevo nombre, Euskadiko Orkestra (una de las varias formas con las que era mencionada), con su nuevo distintivo visual y una marca específica destinada a su proyección internacional, Basque National Orchestra; finalmente, ha anunciado una ambiciosa temporada de conciertos para 2020-21, con muchos aspectos interesantes y algunas reconocibles marcas de la casa.
El Maestro Treviño, un hombre de contrastada valía y gran energía, dirigirá cinco de los diez programas previstos, en los que vuelve a citarse con sus compositores totémicos: Mahler (Quinta y Séptima sinfonías), Bruckner (Tercera) y Shostakovich (Sinfonía número 15). Más extraordinario resulta que la Euskadiko Orkestra y Treviño hayan previsto la interpretación de las ocho sinfonías de Schubert en una semana, un esfuerzo maratoniano que, según parece, pretende trasladar a la afición la vivencia de algo extraordinario y asertivo, una suerte de festival Schubert por las distintas ciudades en las que la orquesta ofrece su abono. Schubert está también en el corazón conceptual de la temporada, que no es otro que el romanticismo. Treviño dirigirá también el Concierto para violonchelo de Schumann (Ferrández), el Emperador con el más que interesante reclamo de Behzod Abduraimov y la Rapsodia sobre un tema de Paganini de Rachmaninov, con Nikolai Luganski. Muy interesantes solistas.
Treviño dirigirá también Mis monstruos marinos de Mikel Urquiza, la segunda etapa del Proyecto Elkano que iniciara meses atrás Mikel Chamizo y que se vio interrumpido por la tormenta sanitaria. Son muchas las razones para esperar con interés este estreno.
Entre los maestros invitados sobresale la presencia de tres interesantes directoras: sucesivamente Ruth Reinhardt, Gemma New y Anja Bihlmaier. Reinhardt dirigirá obra de Hindemith, Lorenzo Ondarra, Berlioz (Ondarra y Berlioz con el Orfeón Pamplonés) y Dvorak (Sinfonía número 5). Gemma New dirige la Renana, el Concierto para violín número 2 de Prokofiev (Vadim Gluzman) y Ghost Songs, de Gary Carpenter, un encargo de cuatro orquestas (entre las cuales Euskadiko Orkestra) que contará con el siempre solvente coro Easo Abesbatza. Un aspecto muy interesante de este encargo es que ha propiciado que las obras del Proyecto Elkano se vayan a presentar en temporadas de la Royal Liverpool Philharmonic. Por su parte, Bihlmaier dirige un programa de efervescente romanticismo: Wagner (Preludio y Muerte de amor), Mahler (Canciones del Camarada errante, con Manuel Walser) y la Sinfonía número 1 de Schumann.
Hans Graf dirigirá una vez más a la Euskadiko Orkestra en un programa con obra de Rachmaninov (La roca y Sinfonía número 1) y Bartok, con la violinista Birgit Kolar interpretando el Concierto número 1. Resta citar un programa dedicado enteramente a Wagner en un formato highlights quizá respetable, pero de una consistencia algo dudosa y, en mi opinión, desparejo con el conjunto de la temporada.