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Con su atractivo encanto, sus aplaudidas y elogiadas actuaciones tanto por el público como por la crítica en todo el mundo, y los innumerables premios que atesora, la soprano sudafricana Pretty Yende es una de las grandes estrellas de la música clásica de hoy.
La sonrisa del belcanto
La carrera lírica de Pretty Yende ha alcanzado los niveles más altos a una velocidad sin parangón en el mundo de la ópera. Se consagró internacionalmente tras ganar en 2011 todas las categorías del concurso internacional Operalia. Nadie lo había conseguido antes. En 2013 triunfó en el Metropolitan de Nueva York junto a Juan Diego Flórez asombrando a todos con una técnica prodigiosa. Desde el Daily Telegraph al New York Times o Le Monde, toda la prensa internacional elogia de manera unánime su hermosa voz e interpretación.
Su álbum debut “A Journey” para Sony Classical recibió el Premio de la Ópera Internacional 2017 a la mejor grabación de recital solista, año en el que también fue elegida como la mejor cantante revelación en Alemania. Su segundo álbum “Dreams” también obtuvo el reconocimiento a la mejor grabación del año en los Opera Awards 2018.
Dotada de una voz luminosa, un timbre fresco y brillante, y una espectacular sonrisa, su talento innato, presencia escénica y carisma, le han hecho triunfar en los principales teatros de ópera del mundo: Berlín, Nueva York, Los Ángeles, Barcelona, Hamburgo, Viena o París y, con frecuencia, en la que denomina “su casa”, la Scala de Milán.
Pretty Yende es una de las ‘Traviatas’ más reclamadas, un rol con el que ha triunfado recientemente en el Palais Garnier y lo hará próximamente en la Royal Opera House de Londres. Otros roles que ha abordado recientemente son la Manon de Massenet, Elvira de I puritani, Marie de La fille du regiment, Leïla de Les pêcheurs de perles, Norina de Don Pasquale, Amina de La Sonnambula, Lucia di Lammermoor o Adina de L’elisir d’amore.
Un programa exclusivo y cautivador
Para su debut en Bilbao la soprano sudafricana ha escogido un programa con escenas y arias de Bellini, Donizetti, Rossini y Liszt, con once piezas de gran impacto, pertenecientes al catálogo belcantista y del repertorio de coloratura.
Michele d’Elia, quien también debuta en ABAO, será el encargado de acompañar a la soprano al piano. Es uno de los principales pianistas de acompañamiento en la actualidad, instructor musical y vocal de la Academia de la Scala, y que ha trabajado con grandes cantantes internacionales como Juan Diego Flórez, Carmela Remigio, Veronica Simeoni, Jessica Pratt, Maxim Mironov, Mattia Olivieri, Maria Agresta, entre otros. Gran estudioso del catálogo de Gioachino Rossini, tiene en su haber varias grabaciones, entre las que destacan “Voix d’Espoir” y la primera grabación en la época moderna de “Le Cinesi” de Manuel García. En el recital interpretará en solitario la “Meditation” de la ópera Thaïs de Massenet.
Fiel a su estilo y personalidad, Yende iniciará el programa con canciones como “Vanne o rosa Fortunata” de Bellini, la alegre “La conocchia” y la dramática “L’amor funesto”, ambas de Donizetti, y las tres con cuidadas ornamentaciones vocales. Continuará con la famosa tirolesa “O luce di quest’anima” del Acto I de Linda di Chamounix también de Donizetti, donde interpretará a la joven que sueña con un futuro de amor y felicidad, en un aria inspirada, llena de variaciones y delicada cadencia final.
El final de la primera parte estará protagonizado por Rossini con dos piezas singulares, “La promessa” de Les soirées musicales y “Partir o ciel desio” de la ópera Il viaggio a Reims, la última ópera italiana del compositor y una de las más complejas y exigentes. El aria de la Contessa di Folleville requiere de la intérprete bravura y entrega.
La segunda parte se iniciará con los tres célebres sonetos de Petrarca inmortalizados por Liszt, donde Yende mostrará el dominio absoluto de su voz, la delicadeza de sus agilidades y la emoción de su cuidada expresividad escénica: “Pace non trovo”, “Benedetto sia’l giorno” y la brillante “I vidi in terra angelici costumi”.
La intérprete regresará al belcanto en un cierre espectacular con la impresionante escena final de La Sonnambula de Bellini. Yende brinda un retrato contrastado de la joven e ingenua Amina, acusada injustamente de infiel y entona su lamento final en “Oh, se una volta sola…”, y su deseo de volver a ver a su amado Elvino. En el aria “Ah non credea mirarti” despierta de su ensoñación y retorna la esperanza, para finalmente terminar con la exultante cabaletta “Ah non giunge uman pensiero”. Toda la escena es un alarde de máximo virtuosismo vocal, que Yende recrea magistralmente en uno de sus personajes fetiche.