Joseba Lopezortega
2021 ha estado cargado de dificultades, pero también de buenas noticias, como el reinicio de la temporada de ópera de ABAO o el paso, bien que en alas de la llamada variante Omicron, a una programación de conciertos “típica” por parte de otras entidades, como las dos sinfónicas vascas. En términos generales, se ha ido regresando a las rutinas prepandémicas. A ver si es el simple retorno a lo conocido o el primer paso hacia una evolución necesaria. Para empezar, va a ser muy necesario un esfuerzo para llamar y atraer a los públicos.
Musicalmente hemos disfrutado de mucha buena música. Esto es lo que creo más destacable de cuanto he escuchado, que ha sido bastante menos que en otras temporadas. Seguiré un orden cronológico.
La Banda Municipal de Bilbao dio un concierto magnífico dirigida por Pascual-Vilaplana en Musika Música 2021, un edición dedicada a Viena. Fue una auténtica radiografía musical de la capital austríaca, con obras de Richard Strauss, Beethoven, Johann Strauss padre, Bruckner y Schoenberg. La Banda estuvo magnífica y se disfrutó de un repertorio realmente difícil de escuchar.
A finales de abril se puso al frente de la Bilbao Orkestra Sinfonikoa el maestro Unai Urretxo. Hizo un magnífico trabajo con la Octava de Dvorak, pese a que la centenaria orquesta bilbaína limitaba los atriles en aplicación del protocolo Covid. El maestro Urretxo demostró una gran calidad con una obra que pone nota como pocas a un maestro y una orquesta. Se vivió un gran concierto, completado con Spices, Perfums, Toxins!, de Avner Dorman, que no permitió disfrutar del gran marimbista Conrado Moya tanto como merece.
El Kursaal donostiarra es un auditorio de gran calidad acústica al que me encanta acudir. Se escuchó muy bien el recital Schubert de Mitsuko Uchida en Quincena Musical. Fue un concierto hipnótico, sustraído al tiempo, con unos Impromptus 3 y 4 absolutamente inolvidables. Extraordinaria Uchida.
ABAO Bilbao Opera ha reiniciado su temporada con la 2021-22, pero mantuvo su actividad programando recitales durante el doloroso parón. Con el programa doble Cavalleria rusticana y Pagliacci se pudo disfrutar en el Euskalduna de unas funciones de buen nivel, pero cuya mera representación ya hubiera sido para estar en la gloria. Excelente el Coro de Ópera de Bilbao y poderosa dirección de Daniel Oren.
Euskadiko Orkestra y el maestro Robert Treviño ofrecieron varios buenos conciertos en 2021, alguno citado por otro autor en este mismo artículo. Esa dupla está marcando una época en la orquesta vasca. En el último programa de temporada del año, ofrecieron una Sinfonía número 10 de Shostakovich de extraordinaria calidad. No es fácil plasmar de una manera tan convincente esa obra, ni hacerlo abriendo las puertas para que el público haga su propia participación sumergido en ella. Fantástico Treviño.
La orquesta ya había fascinado en marzo en el festival Musika Música, con una Cuarta de Mahler maravillosa con Semyon Bychkov y una interesante Serena Sáenz.
Nora Franco
Partiendo de la premisa de que cualquier concierto que se haga en estos tiempos difíciles merece ser destacado y elogiado, me es particularmente difícil ser objetiva porque la música, que siempre mueve emociones, lo hace aún más en estas circunstancias. Así que, después de un buen rato intentando hacer un ejercicio de distanciamiento, asepsia y fría crítica, lo he dejado por imposible y voy a enumerar aquí los conciertos de 2021 que más me han marcado de una forma total y absolutamente personal, subjetiva y emotiva.
El primero de ellos es el Requiem de Mozart que cantó (cantamos) la Sociedad Coral de Bilbao junto a la Bilbao Sinfonietta, Vanessa Goikoetxea, Maite Maruri, David Alegret y Christopher Robertson, dirigidos por Iker Sánchez en Musika-Música. Es una obra innegablemente conmovedora y de una calidad musical exquisita de la cual, creo, hicimos una buena interpretación.
El segundo de ellos es el decimocuarto concierto de abono de la BOS de la temporada 20-21, en el que se interpretaban las obras Spices, Perfums, Toxins! de Dorman y la Sinfonía nº8 en Sol Mayor de Dvorák. La primera obra, compuesta para dos percusionistas y orquesta, fue interpretada por Vicent Zaragoza y Conrado Moya, y todo el concierto fabulosamente dirigido por Unai Urretxo. Grandes interpretaciones, aún más grandes amigos.
En tercer lugar, tengo que destacar como un conjunto todos los recitales que organizó ABAO Bilbao Opera para sacar adelante una temporada que se daba por perdida: Lisette Oropesa, Anita Rachvelishvili, Carlos Álvarez y Rocío Ignacio, Sondra Radvanovsky, Sonya Yoncheva, Ainhoa Arteta y Theodor Ilincai, Pretty Yende… El esfuerzo de la asociación y la abrumadora calidad de los recitales se merecen un lugar destacado en este repaso. En cuarto lugar, vuelvo a citar una producción de ABAO, en este caso de la temporada actual: la doble representación de Cavalleria Rusticana y Pagliacci, porque, además de haber podido disfrutarlos enormemente, representan a la perfección lo que es la ópera y lo que ésta significa musicalmente, artísticamente, culturalmente y socialmente para una ciudad como Bilbao.
Y en último lugar, aunque no sean unos conciertos al uso dentro del circuito más clásico, ya que estábamos la BOS y la Sociedad Coral de Bilbao, me voy a permitir la licencia de incluir los recientes espectáculos de Ura Bere Bidean, producidos por la Fundación Fair Saturday, que han devuelto la emoción de los conciertos en directo a miles de personas, han reunido lo mejor de nuestra música y de nuestros cantantes, y han acercado la música sinfónica y coral a un público completamente distinto al habitual.
Ojalá el 2022 nos traiga aún más emociones musicales… pero sin tanto sobresalto vírico, por favor.
Pablo Cepeda
A la hora de destacar los mejores conciertos de 2021, debo matizar que esta temporada he asistido a muchos más conciertos de órgano que del resto de músicas. En cualquier caso, de todos los que destaco guardo un recuerdo vivo y algunos de sus detalles creo que serán un elemento de referencia futura.
Musika-Música es una de las grandes citas musicales de nuestro entorno. La Banda Municipal de Bilbao con José Rafael Pascual-Vilaplana al frente lleva varias ediciones aportando actuaciones de un alto nivel con repertorio original para banda que enriquecen las temáticas de cada edición. Así, su concierto con música de L. van Beethoven, J. Strauss sr., A. Bruckner, R. Strauss, y A. Schönberg fue uno de los sólidos cimientos de la citada Viena 2021.
La Euskadiko Orkestra lleva varias temporadas en muy buen estado de forma con un director vibrante como Robert Treviño al frente. Si a ello se suma un solista tan adecuado como Nikolai Lugansky para la Rapsodia sobre un tema de Paganini de Rachmaninov, se puede vivir una excelente programa de cierre de temporada que contó con el complemento de los aromas de estética wagneriana de la Noche transfigurada de A. Schoenberg.
Los conciertos de órgano han vivido un muy buen año en el que tanto en Bizkaia (Festivales de Urdaibai, Durango o Bizkaia) como en Gipuzkoa (Flysch, Quincena…) o el renacido Festival de Órgano de Álava han contado con muy buenos conciertos. Entre ellos destaco los siguientes.
El concierto que Thomas Ospital ofreció en Legazpi el pasado 30 de mayo es sintomático del nivel cultural que pueden darse en localidades donde se valora y promueve la música. En el que fue su primer concierto tras ser nombrado profesor de órgano del Conservatorio Superior de París, Ospital abordó un programa mayoritariamente romántico en el que puso toda su técnica agógica y organística en obras señeras de Boëly, Guridi, Vierne, Widor y Dupré. La improvisación, toda una lección de formas musicales fue de las que no se olvidan fácilmente.
El Festival de órgano de Álava 2021, tras el parón del año pasado, ha incluido conciertos en Vitoria-Gasteiz . Allí, el pasado 15 de julio en la iglesia del Carmen la organista eslovaca Monica Melcova ofreció un concierto en el que los pequeños detalles, la elegancia musical y la aparente sencillez fueron las notas dominantes en piezas de Marchand, Bach-Vivaldi, Vierne, Ravel. Melcova, profesora de improvisación en Musikene y en la Royal Academy of Music, además nos regaló una bellísima improvisación.
Tiene mucho mérito que una parroquia Donostiarra, la del IESU, lleve 5 ediciones organizando una semana Bach con intérpretes de primer nivel. En el espacio diseñado por Rafael Moneo el pasado 18 de noviembre Juan de la Rubia ofreció un programa con música de J.S. Bach en el órgano Klais de la citada Iglesia. Un amplio programa que incluyó preludios y fugas, corales, sonatas trio, conducidos por de la Rubia con un equilibrio envidiable entre la fluidez del discurso y el recrearse en los detalles. Momentos culminantes fueron la Passacaglia en do menor y varios números del Arte de la Fuga.