Bilbao Arte Sacro cierra su ciclo con Lux Kodex
Bilbao, 04/04/2023. Iglesia de la Encarnación. Festival BAS – Bilbao Arte Sacro – Sonos Mundi.
Canticum Canticorum, polifonía sacra basada en el Cantar de los Cantares: obras de G.P. Palestrina, H. Isaac, M. Rivaflecha, R. Ceballos, F. Guerrero, C. Morales, J. Clemens, C. Monteverdi, G.P. Cima, M. Franck, H. Schütz y D. Buxtehude.
Coro de cámara Lux Kodex; Dirección musical – Fernando Latorre; Vihuela de mano y tiorba – Edwin García González; Órgano positivo – Alberto Sáez Puente.
Nora Franco Madariaga/
Entre las temporadas, ciclos y festivales que llenan de música el curso bilbaíno, no se puede pasar por alto el Bilbao Arte Sacro –BAS, para los numerosos amigos y aficionados– que, un año más, ha llenado de música la iglesia de la Encarnación estos días previos a la Semana Santa. Cinco conciertos que han presentado propuestas muy interesantes musicalmente –como el concierto de apertura en el que la Sociedad Coral de Bilbao estrenaba la obra del compositor Valentín María de Zubiaurre La Pasión de Nuestro Señor Jesucristo–, más actuales –como la ofrecida por The Kingdom Choir y su música góspel–, muy originales –como el repertorio de diferentes culturas y épocas alrededor del Mediterráneo que interpretó el ensemble Les Éléments– o la mal llamada Música Antigua, muy querida por un selecto y fiel público. De este tipo de música se pudieron disfrutar dos conciertos de similar formato: el del grupo Voces Suaves y el del grupo de cámara Lux Kodex, un ensemble joven y local que merece toda nuestra atención.
Compuesto por 16 cantantes, este coro de cámara nace en 2021 de la mano de Bilbao-Musika y el profesor Fernando Latorre con el deseo de transmitir al público su pasión por el repertorio renacentista europeo y, fieles a ese objetivo, en esta ocasión presentaron un ambicioso programa que abarcaba obras de los siglos XV y XVI –con una pequeña licencia barroca como colofón–, de autores tan diversos y notables como Palestrina, Morales, Monteverdi o Schütz, entre otros.
Las piezas escogidas, de destacable belleza y calidad individual, giraban alrededor del Cantar de los Cantares, libro del Antiguo Testamento atribuido a Salomón, de arrebatado lirismo, que ha inspirado a numerosos compositores. Pero, más por igualdad de tempo, tonalidad y dinámica que por temática o estilo, el repertorio en conjunto resultó algo monótono y plano, a pesar de su hermosura.
La formación afrontó este exigente concierto con estudiada vocalidad, sonido limpio y transparente, y esmerado estilo. Sin embargo, pese a la atención de Latorre por mantener un sonido delicado –o precisamente por eso–, faltó seguridad, energía y desarrollo interno en algunas de las obras presentadas.
En el aspecto vocal, destacó el empaste de las diferentes voces –un poco menos conseguido en sopranos–, la claridad de las voces más agudas, la ligereza y ductilidad de los bajos, la calidez de las altos y el color de los tenores, aunque las virtudes de las voces internas quedaran un poco escondidas por una dirección que no les proporcionó el realce necesario.
Acompañando a las voces, Edwin García González, bien a la vihuela, bien a la tiorba, y Alberto Sáez Puente al órgano positivo, proporcionaron un soporte musical de gran calidad, que se pudo apreciar especialmente en las piezas instrumentales intercaladas en el programa, donde se pudo escuchar el precioso timbre de la vihuela completamente arropado y sumergido en el sonido del órgano, pero con entidad propia. Del mismo modo, reseñable el color de la tiorba, más rico y más completo armónicamente, aunque igualmente empastado. Alberto Sáez –quien ya había recibido inmejorables críticas en este mismo ciclo acompañando a la Sociedad Coral– tocó con maestría el pequeño órgano positivo, con derroche de articulación y estilo, proporcionando una atmósfera perfecta para el desarrollo de las diferentes polifonías.
El concierto terminó con una complicada pieza barroca –fuera del estilo predominante del concierto– de Dietrich Buxtehude, que coronó un concierto con mucha lux pero también algunas sombras.