La temporada 23/24 de Euskadiko Orkestra mira al siglo XX
Robert Treviño dirigirá a la orquesta en la ópera “Die ersten Menschen”, de Rudi Stephan, con escena de Calixto Bieito
JOSEBA LOPEZORTEGA
Abre la temporada Robert Treviño, un apasionado por Mahler, dirigiendo su Sinfonía nº 3, una de las obras del bohemio que van calando en el repertorio. Canta la mezzo Justina Gringyte –quien en 2020 estaba anunciada para la Resurrección y finalmente la cantó en mayo de 2022– junto con las damas y el coro infantil de la Sociedad Coral de Bilbao. El maestro, que afronta su sexta temporada como titular, dirigirá en sus restantes programas la Sinfonía número 3 de Rachmaninov, la Doméstica de Strauss, la Número 8 de Haydn y tres obras más en las que hay que detenerse.
Chillida-Elogios es un estreno absoluto de Antonio Lauzurika, encargado por la orquesta para conmemorar el centenario del nacimiento del colosal artista donostiarra. Esta orquesta vasca atiende este tipo de conmemoraciones generando repertorio, como sucediera con la gesta marina de Elkano, y este hecho de por sí ya merece toda la consideración. Correspondances, de Henri Dutilleux, es una obra “joven” (dos décadas nos separan de su estreno absoluto) que con una pretensión simbiótica compendia una gran variedad de textos (Rilke, Van Gogh, Solzhenitsin y el poeta hindú Prithwindra Mukherjee) asociados a instrumentaciones evocadoras de esos textos. A ver si se puede disfrutar de un sobretitulado que se antoja imprescindible para que sus en cinco movimientos cantados la obra llegue en profundidad y fascine. De esta obra de Dutilleux, un creador apasionante poco (re)conocido e interpretado entre nosotros, interesan tanto la interpretación como la acogida del público y, sin duda, la participación de Elena Sancho Pereg, una soprano de gran calidad que deberá exhibir toda su capacidad y pureza de canto para sumergirse en los exigentes mundos sonoros que elabora Dutilleaux. La acompaña la mencionada Doméstica de Strauss, cerrando la temporada y es una de las joyas de la temporada musical vasca.
He podido asistir a varios trabajos de Calixto Bieito. Cuando el Teatro Arriaga anuncia un estreno bajo su dirección despierta interés, porque una producción de Bieito que no gusta puede ser tanto o más interesante que las propuestas de otros directores de escena aunque encanten. A este interés que despierta la presencia de Bieito en el Arriaga se une, en esta ocasión, que sea Euskadiko Orkestra la formación musical colaboradora con el Arriaga y sobre todo que por fin veremos a Treviño dirigiendo ópera en Euskadi (Paréntesis. Tanto Euskadiko Orkestra como la Sinfónica de Bilbao tienen en este momento como titulares a sendos directores operísticos afamados y, por alguna razón –o razones– Nielsen solo ha dirigido dos títulos en la temporada bilbaína de opera –Die tote Stadt y Salome– y Treviño ninguno). La obra programada es Die ersten Menschen, de Rudi Stephan y Bieito creó la escena para la Dutch National Opera en 2021. Fechas reservadas: 18 y 20 de abril. No se ha anunciado el resto del elenco.
En un primer repaso por el resto de los programas, destacan la presencia en sinfónico de Riccardo Frizza, muy apreciado en Bilbao en el foso (Número 2 para piano de Rachmaninov con Federico Colli), el regreso de Juraj Valcuha (Copland y Mahler, ¿quién declamará en Preamble for a Solemn Occasion de Copland?) y la participación de Lina González-Granados (Clyne, Concierto para cello de Lalo y Séptima de Dvorak) y Marie Jacquot, que dirigirá la siempre interesante Séptima de Bruckner. Completan la lista de maestros y maestras Baldur Brönnimann, con un programa muy atractivo con obras de Lazkano, un estreno absoluto de Itziar Viloria, Nocturnos y La Mer, de Debussy, con Vocalia Taldea, una de las formaciones de la impresionante factoría de calidad coral de Basilio Astúlez.
Stanislav Kochanovsky hará la Sexta de Shostakovich y el Concierto de Brahms con Sergey Khachatryan, Mena dirigirá un programa con la obertura de Ramuntcho, de Pierné, el Concierto en Sol de Ravel y Sombrero de tres picos con Alfonso Gómez al piano y la mezzosoprano Clara Mouriz. Pablo González, relativamente pródigo en Bilbao últimamente, dirigirá At the Aegean Shores, de Saskia Venegas, los maravillosos Interludios de Britten y Alexander Nevsky, de Prokofiev; una gran obra, pero también una epopeya a la mayor gloria del nacionalismo ruso que quizá nos sugiera cómo, con el curso de los años, el rol de un país puede girar de la autodefensa a la barbarie, ¿en qué lado combate hoy Nevsky? Cantan el Orfeón Donostiarra y la mezzo nacida en San Petersburgo Olesya Petrova, a quien aguarda la magnífica Canción de la muerte en la que llora a sus combatientes muertos en la Batalla sobre el hielo en la que se ha derrotado y sumergido bajo las aguas la cruel amenaza invasora. El mundo gira.