Bergara recupera su órgano Stoltz-frères
Pablo Cepeda /
Una restauración de 30 meses de duración ha devuelto todo su esplendor a uno de los mejores órganos románticos de Gipuzkoa, considerado por los especialistas una joya única en el mundo. El taller Orgues Jurine ha sido el encargado de realizar este trabajo, el tercero en Euskadi tras las restauraciones de los Cavaillé-Coll de Irun (2007) y Begoña (2016). La restauración ha contado con un presupuesto de 468.000 € que han sido aportados con el siguiente reparto: 234.000€ por la Diputación Foral de Gipuzkoa, 80.000€ la parroquia de San Pedro, 60.000€ el Ayuntamiento de Bergara y 54.000€ por parte de la Diócesis de San Sebastián. La Asociación de Amigos del Stoltz Frères de Bergara, impulsora de la restauración, ha aportado los 40.000€ restantes; a todo ello habría que sumar los 14.000€ empleados en mantener el instrumento durante la última década de lo que también se ha hecho cargo la mencionada asociación.
De manera adicional, la Diócesis de San Sebastián ha aportado otros 45.000€ para la restauración de la caja, proyecto realizado por la empresa Artez Restauración.
Aitor Olea, organista titular del instrumento, reinaugura el órgano con un concierto este domingo 8 a las 18h.
Edad de oro de la organería romántica
Gipuzkoa atesora una de las mejores colecciones de órganos románticos y sinfónicos franceses, construidos en el periodo comprendido entre 1860-1910. Son famoso e incluso legendarios los Cavaillé-Coll de Santa María del Coro, Azkoitia o Loyola, por citar sólo algunos. Junto a ellos suele mencionarse, y no precisamente de manera accesoria el órgano Stoltz-Frères de Bergara, construido en 1889 por esta casa francesa.
1889 fue el año de la famosa Exposición Universal en París. Su monumento más destacado, la torre Eiffel, fue inaugurada el 31 de marzo. Pocos días antes, el 18 de marzo se inauguraba el Stoltz de Bergara, construido en la ciudad en la ciudad luz, más concretamente en los talleres sitos en la Avenue de Saxe,33 . Del mismo taller salieron también los órganos de Santa María, Tolosa (1885) y San Pedro, Zumaia (1890)
Dispone de tres teclados manuales de 56 notas y uno de 30, con un total de 36 juegos y fue armonizado por Ferdinand Prince. Tan esmerado fue su trabajo que la casa Cavaillé-Coll quien le fichó e intervino de manera decisiva en instrumentos Cavaillé-Coll como el de Azkoitia. El coste del instrumento ascendió a la cifra de 36.500 francos, sufragados por Dña. Martina Maíz Bagazgoitia (1820-1891), propietaria de la algodonera de Bergara y benefactora de la villa.
El Stoltz de Bergara es en día, es el único órgano de gran tamaño de la casa Stoltz-frères más cercano a su estado original en todo el mundo. De él se destaca tanto lo refinado de su armonización como lo adecuada que es la acústica de San Pedro, una amplia y diáfana iglesia salón en la que el sonido del instrumento toma cuerpo de una manera clara y elocuente. El instrumento se encuentra colocado en el lateral del coro, a la manera tradicional de los órganos ibéricos, en una caja originaria del XVII (1677-1678), obra atribuida a Joseph de Echevarría que fue ampliada por Fermín Mendizabal en 1888, para cubrir el órgano Stoltz por el lado que mira al altar y por la parte trasera.
Restauración
El desmontaje del instrumento se inició en febrero 2022, unas pocas semanas después partían hacia el taller sito en Rontalon (en las cercanías de Lyon) la mayor parte del órgano: fuelles, elementos mecánicos, secretos, tubería de lengüeta, mientras permanecían en Lyon los tubos labiales (1800 aproximadamente).
Todos los elementos han sido restaurados usando materiales y técnicas tradicionales, como por ejemplo colas orgánicas, cuero o madera. Un elemento central de la restauración son los secretos (8 principales y 2 auxiliares), que reparten el aire de manera individual a cada tubo y que deben de mantener su estanqueidad, incluso dentro de las variaciones de temperatura e higrometría previstas en el emplazamiento de instrumento. Destaca también el número de fuelles, 8 en total, destinados a alimentar de aire los diferentes secretos, a diferentes presiones y que han sido restaurados empleando piel de oveja.
La tubería ha sido limpiada y sus parámetros básicos revisados. Al tratarse de una restauración, el instrumento ya contaba con armonización y se trataba de corregir exclusivamente aquellos desviaciones debidas al paso del tiempo; por ejemplo la gravedad hace que el alma, una fina lámina situada en la unión del pie y el pabellón del tubo donde se forma el sonido tiendan a caer.