Musika Música se celebra del 5 al 8 de marzo en el Euskalduna Jauregia de Bilbao, con su habitual intensidad y una amplia oferta de conciertos de diversos formatos. La edición 2020 se resume en el lema “Destino París”. En Klassikbidea os proponemos seis programas, que por diversas razones nos parecen especialmente atractivos.
Joseba Lopezortega / Nora Franco / Pablo Cepeda
Nº 1 / Un comienzo exultante
Vanessa Goikoetxea, soprano. Sociedad Coral de Bilbao. Bilbao Orkestra Sinfonikoa. Erik Nielsen, director. Poulenc: Gloria para soprano, coro y orquesta. Stravinsky: La Consagración de la Primavera.
El concierto inaugural –que se repite el sábado con el número 16– corre a cargo, como viene siendo habitual, de la Orquesta Sinfónica de Bilbao y la Sociedad Coral de Bilbao. En esta ocasión cuentan, además, con el titular de la BOS Erik Nielsen para dirigir dos obras de carácter claramente extrovertido.
La primera de ellas pertenece a Francis Poulenc, un auténtico parisino que desarrolló su obra en la agitada primera mitad del siglo XX. El Gloria es una de sus composiciones más conocidas, una obra de madurez que tiene una naturaleza gozosa y sorpresiva, realzada por la participación del coro, pero también posee bellos momentos de intimidad y trascendencia, protagonizados por la soprano solista Vanessa Goikoetxea. Como bien decía el propio Poulenc, «mi obra es la yuxtaposición de lo profano y lo sagrado».
Esta misma yuxtaposición la encontramos en el ballet La Consagración de la Primavera, otra obra sorprendente –todavía hoy– del compositor ruso Igor Stravinsky. Fue escrita recién llegado a París por encargo del coreógrafo Diáguilev, y su carácter vanguardista, plástico y tremendamente innovador que tanto dio que hablar en su estreno en 1913, sigue siendo rompedor y la convierte en un hito en la historia de la música. Dos obras extáticas con las que celebrar la virtual llegada de Musika-Música a París.
Nº 10 / Latidos polacos
Mariam Batsashvili, piano. Chopin: Seis canciones polonesas, S.480 (arr. F. Liszt); Polonesa “Heróica” opus 53; Andante spianato y Gran Polonesa brillante.
Un corazón polaco latiendo en los salones de París podría ser una definición de la estancia de Frederic Chopin en la ciudad de la luz. París acogió con interés y atención el delicado hilo de sus melodías y las nuevas texturas que iban ampliando el lenguaje del piano. El propio Chopin oscilaba en cuanto a gustos entre dos marcas de pianos, los Erard o los Pleyel según su estado de ánimo y energía, pero siempre habitando un universo sonoro con adn francés. El concierto nº 10 nos ofrece una selección de la música de inspiración polaca, con su característico ritmo marcial y majestuoso y que en opinión de Liszt recogen las páginas más inspiradas de Chopin.
La pianista georgiana Mariam Batsashvili es una estrella emergente en el ámbito de las 88 teclas. El número y nivel de orquestas con las que colabora no deja de crecer, sus apariciones en solitario ganan enteros y su sello discográfico (Warner) ha publicado recientemente un cd dedicado a Chopin y Liszt, precisamente los autores que nos presenta en los dos conciertos de su visita a Bilbao.
Nº 35 / Canciones para soñar despiertos
Rubén Fernández Aguirre, piano. Miren Urbieta-Vega, soprano. Roger Padullés, tenor. Obras de: G. Fauré, Ernest Boulanger, Lili Boulanger y Nadia Boulanger.
De todos es conocida la delicada belleza de la música vocal de Fauré, bien sea religiosa o profana. Ahí está como muestra de un botón su “Après un rêve”. Pero ¿y la de los Boulanger? Palabras mayores: los Boulanger respiraban música. Ernest Boulanger ganó el Premio de Roma en 1835. Su hija mayor Nadia obtuvo un 2º premio y la pequeña Lili lo ganó con apenas 20 años, siendo la primera mujer en conseguirlo. La vida de Nadia fue larga y fructífera. Ella fue la encargada de dirigir el estreno del “Concierto para órgano” de Poulenc, y entre sus alumnos se contaron Leonard Bernstein. Aaron Copland. Quincy Jones. Astor Piazzolla. Philip Glass. John Eliot Gardiner. Daniel Barenboim. Elliott Carter. Por el contrario, la vida de Lili se truncó con 24 años dejándonos muestras fehacientes de su capacidad y personalidad musical.
La soprano Miren Urbieta y el pianista Rubén Fernández Aguirre dejaron un memorable recuerdo en la edición de 2017. A ellos se suma el tenor Roger Padullés, especialista en lied, para disfrutar de una velada a media luz.
Nº 37 / Despierta el órgano del Euskalduna
Juan de la Rubia, órgano. Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias. Andrew Grams, director. Poulenc: Concierto para órgano en sol menor. Saint-Saëns: Sinfonía nº3 en do menor.
Es francamente difícil pensar en una obra más genéticamente parisina que el Concierto para órgano de Poulenc, una bellísima composición en un movimiento que contará con el excelente solista Juan de la Rubia en el magnífico instrumento del Euskalduna, deidad sonora dormida que apenas despierta en Bilbao. Este afortunado Concierto, una de las joyas de la edición, traza en veinte minutos una densa trama de estilos y conceptos, tiene momentos bellísimos y enuncia sentimientos cambiantes y contradictorios. Exige clase a solista, orquesta y maestro, que será Andrew Grams, titular de una orquesta norteamaricana (Elgin, Illinois). Nunca hay que perderse a un titular norteamericano por pequeña que sea la ciudad sede de su orquesta.
La Sinfonía nº 3 de Saint-Saëns, muy diferente, es quizá la obra más popular para órgano y orquesta y se interpreta más frecuentemente -dentro de un orden-. Tan bella como estéril, la llamada Organ es una obra ideal para que De la Rubia evidencie al público que Bilbao posee en el Euskalduna uno de los mejores órganos sinfónicos del panorama internacional. Y no, no es una bilbainada.
Nº 44 / Le grand opéra romantique
Sociedad Coral de Bilbao. Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias. Andrew Grams, director. Berlioz: Les Troyens, Chasse royale et Orage. Gounod: Faust (selección). Ravel: Boléro.
La OSPA, en su segundo concierto para este festival, ofrece un programa romántico no sólo parisino sino genuinamente francés. La primera pieza que interpretarán será un fragmento instrumental de la ópera Los Troyanos de Hector Berlioz titulado Caza real y tormenta, en el que Dido y Eneas, habiendo quedado separados de una partida de caza, se refugian de una repentina tormenta en una cueva, donde sucumben a su atracción mutua.
A continuación, y siguiendo con la ópera francesa, se podrán escuchar varios fragmentos de Fausto de Charles Gounod, en los que participará la Sociedad Coral de Bilbao. Esta ópera, basada en la obra homónima de Goethe, también es llamada Marguerite, ya que principalmente sólo trata el episodio de este personaje, y es una de las más conocidas y representadas del repertorio francés –con permiso de Carmen–.
Pero, para conocida, la última obra del concierto: el famosísimo Boléro de Ravel. Inspirado en una danza española y marcado por un ostinato invariable tanto en ritmo como en melodía, Ravel juega con los instrumentos y los colores de la orquesta para, en un imparable crescendo, llegar al paroxismo.
Nº 51 / Una sinfonía arrebatadora
Orquesta Sinfónica de Galicia. Dima Slobodeniouk, director. Berlioz: Sinfonía Fantástica.
Toda la imaginación exuberante de Berlioz y toda su deslumbrante capacidad técnica para convertir una orquesta en un tapiz sobre el que él teje son patentes en esta célebre sinfonía, la obra más popular de este orquestador maravilloso. Sobre el escenario del auditorio, la Orquesta Sinfónica de Galicia con su director titular al frente, Dima Slobodeniuk. La Sinfónica de Galicia (conocida por el acrónimo OSG) atraviesa un momento organizativo delicado, pero artisticamente es una orquesta buena sin paliativos, y escucharla con Slobodeniouk hace que la cita sea todavía más interesante.
La popularidad de la Sinfonía Fantástica puede hacer que su gran dificultad se soslaye. Nada más erróneo. Es una obra de enorme exigencia técnica sección por sección, es una obra mayúscula del repertorio y un reto para el maestro, que debe trabajar con mucha inteligencia para que la audiencia abandone su butaca al encuentro del poderoso, saturado y poliédrico mundo de Berlioz. La Fantástica es arrebatadora, transportadora, mágica, sin duda uno de los monumentos culturales del Romanticismo. Un hito indudable de la edición.