Pablo Cepeda /
Ataun, 01/08/2021. Iglesia de San Martín de Tours. Ciclo de órgano de Quincena Musical. Joan seguí, órgano. Obras de Cabanilles, Bruna, Cabezón, Vila, Correa d’Arauxo y Aguilera de Heredia.
El ciclo de órgano de Quincena musical recorre durante la primera semana del festival los principales órganos románticos del territorio, que son toda una referencia a nivel mundial. A ellos se suma desde hace una década el órgano barroco de Ataun (1761) a cuyos mandos Joan Seguí ofreció el primer concierto del mencionado ciclo. Ganador del Primer Palau 2018 y del II Concurso Nacional de Órgano de Burgos en su edición 2020, Seguí afirmaba recientemente en una entrevista que no era partidario de programas que intercalaran obras para que el intérprete descanse, y dio muestras de ello en un programa exigente y con un hilo conductor bien definido.
Abrió el concierto con música de Joan Baptista Cabanilles (1644-1712) , quien fuera organista de la Catedral de Valencia durante más de 40 años y autor de una extensa producción musical que va ganando en difusión en los últimos años. Su Xácara, solemne y en forma de pasacalle sonó con toda la brillantez sonora de la familia de los principales coronada por el registro de lleno, pero dotada al mismo tiempo de claridad y dirección con roles diferenciados y simbióticos de ambas manos. Las respiraciones inteligentemente intercaladas ayudaban a encauzar la amplia reverberación, y en mi opinión excesiva, que tiene la iglesia de Ataun desde que se cambió el tradicional suelo de madera por un pavimento de piedra.
El programa, pretendía en palabras del propio intérprete ofrecer un panorama sobre las distintas formas musicales habituales en el repertorio del renacimiento y barroco ibérico. Así abordamos un tiento de falsas, esto es, que presenta disonancias que aportan tensión en su llegada y descanso en su resolución. El Tiento de Falsas De Segundo Tono de Pablo Bruna (1611-1679). se benefició de esta mencionada generosa acústica siendo abordado por Seguí con disciplina rítmica, sin dejarse abandonar en la atmósfera tenebrista que sugiere la partitura, intercalando discreta pero de manera efectiva notas de paso y demás adornos.
Volviendo a Cabanilles, su Passacalles II, basado en un bajo armónico,
comenzó de manera majestuosa apoyada por el sonido grave y amplio de los tubos de las contras, accionadas por los pies. Su sección central que incluye un largo discurso solista en el soprano es interpretada muy frecuentemente por registros netamente solistas como la corneta o algún tipo de registro de lengüeta como la trompeta. Seguí optó por realizarlo con registros labiales que aportaron el interés de escuchar una voz discreta que supo buscar su espacio sonoro y que además aportó continuidad tímbrica cuando el discurso pasó a la tesitura grave de la mano izquierda. En la sección que conduce a la parte final dio la impresión de recrearse con la acústica de la iglesia y su acumulación de energía sonora.
Pasando a la música de Antonio de Cabezón (1510-1566), sus Diferencias sobre el Canto Llano del Caballero, son unas variaciones sobre una popular melodía de la época. Joan Seguí ofreció una versión minimalista, con una registración de 4’, imitando un pequeño órgano palaciego de sonido vivo y más afín al dibujo musical que al sonido amplio, mientras el tema iba apareciendo sucesivamente en las voces de soprano, tenor y bajo.
La parte central del concierto la ocuparon 4 tientos. El tiento es una forma imitativa, propia de repertorio ibérico y similar a la fantasía, que presenta diversas tipologías. El Tiento de primer tono de mano derecha y al medio a dos tiples de Pablo Bruna “El ciego de Daroca” aprovecha la tipología del teclado partido de los órganos ibéricos, por la cual la mitad grave del teclado accionada por la mano izquierda, y la aguda accionada por la mano derecha pueden sonar con diferentes timbres. De la amplia paleta sonora del órgano de Ataun las voces solistas que fueron sucesivamete llamadas a escena fueron la trompeta interior apoyada por la corneta, el oboe horizontal en batalla; En la parte más rítmica el pleno de registros labiales y finalmente a modo de fanfarria la potente trompetería de batalla. Todo este despliegue y tránsito de timbres resultó natural y fluido, con el mérito añadido de que era el propio Seguí quien realizó los cambios de registro del lado izquierdo del órgano durante todo el concierto.
El Tiento XIII de Pere Alberch Vila (1517-1582) creó una atmósfera fluida y misteriosa que fácilmente podía transportarnos a la Catedral de Barcelona en la época en la que Vila fue organista de la seo. Continuando con el género, el Tiento por gesolreut sobre la Letanía de la Virgen de Pablo Bruna está basado en un responsorio entre el antor y el pueblo, que convive con unas variaciones. Si el inicio parecía musitado por el violón, poco a poco la letanía fue cobrando fuerza, con cambios de registración realizados por el propio organista por medio de unas zapatas y rodilleras que accionadas a un lado u otro hicieron cantar una familia de tubos u otra, alguna de ellas dentro de la caja de ecos. La letanía fue cobrando fuerza manteniendo su característico pulso rítmico ternario, para concluir de manera brillante con el apoyo de las contras, todo ello en una atmósfera sonora rica y generosa que sugería una multitud de toda condición sumada a esta letanía sonora.
La música del sevillano Francisco Correa d’Arauxo (1584-1654) tiene un aura de misterio y fantasía por sus vivos ritmos y originales texturas que llegaron de una manera nítida en el Tiento de medio registro de dos tiples de segundo tono.
Seguí mostró su versatilidad, cambiando completamente de atmósfera en la Ensalada. Obra de 8 tono alto de Sebastián Aguilera de Heredia (1561-1627). Su variedad temática, al mismo tiempo que exuberante representa todo un desafío para el intérprete que debe introducir y conducir los diversos temas y estructuras sin solución de continuidad que Seguí abordó de manera clara y decidida, pero con atención a los pequeños detalles.
Los aplausos, numerosos a lo largo del concierto dieron como resultado una propina: las variaciones sobre la canción popular Onder een linde groen de Jan Pieterszoon Sweelinck (1562-1621), autor del que se conmemora el 400 aniversario de su muerte y en el que a las flautas se sumaron de manera lúdica y esporádica el timbal, los cascabeles y pajarillos, registros de adorno del órgano ibérico de Ataun concluyendo una velada musical de alto nivel.