Introducción: “Peregrinus expectavi pedes meos in cymbalis”
Joseba Lopezortega
Cuando en abril de 2010 la Orquesta Sinfónica de Bilbao hizo “Alexander Nevsky” en la temporada de la Orquesta, con el Orfeón Pamplonés y la mezzo Marina Pardo, dirigiendo Günter Neuhold, se decidió no traducir la frase que encabeza esta nota y que repetidamente cantan los caballeros teutones por una razón: no es traducible. De hecho, es ininteligible, lo que ha dado lugar a distintas teorías.
Una se refiere a la aversión de Prokofiev hacia Stravinsky, quien unos años antes (1930) había compuesto la “Sinfonía de los Salmos”. Las palabras que componen el texto de los teutones se encuentran, en efecto, repartidas en distintos Salmos, entre ellos los empleados por Stravinsky. Los címbalos, por sí mismos, son uno de los instrumentos citados en varias ocasiones en el Antiguo Testamento. Pues bien: coligir de esa coincidencia la existencia de un criptomensaje de Prokofiev contra Stravinsky es como aseverar que los extraterrestres visitaron la tierra en época precolombina porque algunos de los grafos mesoamericanos parecen platillos voladores. En nuestra opinión, es una teoría poco sustentada.
También se ha dicho que Prokofiev, atento como es lógico a la música, despojó el canto de los teutones de cualquier valor semántico para evitar que un significado concreto restara protagonismo a su lenguaje musical. Lo significativo, en todo caso, es que este “veto” a la inteligibilidad lo empleó sólo con los teutones, no con los rusos, que cantan coherentemente a lo largo de gran parte de la Cantata.
En su trabajo en común, tanto el compositor como el cineasta Sergei Eisenstein presentaban a las huestes teutónicas como un engranaje bélico totalmente deshumanizado. Hay rostros de sus líderes, pero respecto a la tropa una de las pocas ocasiones en que se muestra el rostro de un soldado teutón es en la secuencia del hundimiento en el Lago Peipus, cuando en el final de “La batalla sobre el hielo” un dramático plano muestra cómo armaduras y ropajes arrastran irremisiblemente a un soldado hacia el fondo del gélido lago. Esta visión de los soldados como máquinas, como robots destructivos, se subraya en la propia Cantata si se considera que, además del “Peregrinus…” cantan sólo dos frases: “Vincant arma crucifera” y “¡Hostis pereat!”. ¿Cómo lo cantan? A modo de engranaje mecánico, evocando los pistones de un motor: un sonido industrial, acelerado, metálico.
En esta línea, quizás lo que Prokofiev quiso significar empleando el enigmático “Peregrinus…” es la sinrazón y el sinsentido de la ideología católica romana y la antigua tradición judía: hombres que asesinan mujeres y niños y arrasan pueblos y ciudades cantando consignas hueras y estériles, parte de un credo que nada significa a los ojos del poder estalinista, y que mueve a la destrucción y al horror en nombre de una fe irracional (¡intraducible!) y supersticiosa. Stalin todavía tardaría más de dos años (enero de 1942) en sacar en un noticiario oficial, por vez primera, un fragmento filmado de una misa celebrada por el rito ortodoxo. Es dudoso que, en 1939, año de composición de la Cantata, le hubieran podido satisfacer más unos Salmos reales que su sarcástica parodia.
Dicho esto, sólo añadir que la opinión inicial de ofrecer esos textos en su original escritura se demostró la opción más sólida, y es la que finalmente adoptamos Pablo Suso (archivero entonces y hoy también jefe de producción de la Orquesta) y yo cuando trabajamos en los textos de la célebre Cantata.
Aunque la BOS empleó (como para el XIV Concierto AMAK) la edición alemana Sikorsky, para la traducción cotejamos varias traducciones distintas en inglés.
(Texto adaptado de una publicación original en “Abre y Mira”)
Textos de la Cantata “Alexander Nevsky”
Pablo Suso y Joseba Lopezortega
I. Russia under Mongolian Tyranny / Rusia bajo el yugo Mongol
II. Song of Alexander Nevsky / Canción de Alexander Nevsky
Sucedió en el río Neva, / en las profundas aguas del río Neva. / Allí derrotamos al enemigo, / al enemigo Sueco.
¡Combatimos!, ¡nos aplastamos unos contra otros! / Hicimos añicos sus embarcaciones. / No escatimamos ni una gota de sangre, / en defensa de la tierra rusa.
Por donde pasaba el hacha, se abría un camino. / Por donde volaban las lanzas, un sendero.
Derrotamos a los Suecos, / segados como hierba sobre un campo seco.
Nunca entregaremos la tierra rusa. / Quien invada Rusia morirá.
Rusia se levanta contra el enemigo. / Gloriosa ciudad de Novgorod, ¡Levántate en armas!
III. The Crusade in Pskov / Los cruzados en Pskov
Peregrinus, expectavi, / pedes meos, in cymbalis.
IV. “Arise, People of Russia!” / ¡Levántate, Pueblo Ruso!
¡Levántate, pueblo ruso, hacia la gloriosa batalla, hacia la batalla a muerte! / ¡Alzaos, gentes libres, en defensa de la santa tierra!
A los combatientes debemos respeto y honor, y a los muertos gloria eterna. / En defensa de tu hogar, en defensa de la tierra rusa, ¡levántate, pueblo Ruso! / ¡levántate pueblo ruso, hacia la gloriosa batalla, hacia la batalla a muerte!
¡Alzaos, gentes libres, en defensa de la santa tierra! / En nuestra madre Rusia, en la gran Rusia, no habrá enemigos.
¡Álzate! ¡En pie, madre Rusia!/ En nuestra madre Rusia, en la gran Rusia, no habrá enemigos.
¡Álzate! ¡En pie, madre Rusia! / ¡Levántate pueblo Ruso, hacia la gloriosa batalla, hacia la batalla a muerte!
¡Alzaos, gentes libres, en defensa de la santa tierra! / Jamás mancille Rusia el enemigo, jamás la ocupe. / Jamás transite nuestros caminos, jamás holle nuestros campos.
¡Levántate pueblo Ruso, hacia la gloriosa batalla, hacia la batalla a muerte!
¡Alzaos, gentes libres, en defensa de la santa tierra!
V. The Battle on the Ice / La batalla sobre el hielo
Peregrinus, expectavi, / pedes meos, in cymbalis / peregrinus, expectavi, / Vincant arma crucifera! Hostis pereat! / Vincant arma crucifera! Hostis pereat!
Peregrinus, expectavi, / pedes meos, in cymbalis / expectavi, expectavi, est.
VI. The Field of the Dead / El campo de la muerte
Camino por el campo nevado. / Vuelo sobre el campo de la muerte. / Busco al glorioso halcón, / mi prometido, aquel joven valiente.
Unos yacen atravesados por la espada, / otros por flechas. / Derraman su sangre / sobre el glorioso suelo de la tierra rusa.
De aquel que murió por Rusia, / besaré sus ojos muertos. / Y para quien todavía viva, / seré esposa fiel y dulce amante.
No elegiré a un hombre por su hermosura, / pues la belleza terrenal llega a su fin. / Elegiré como esposo al valiente,
¡Bravo halcón, responde a mi llamada!
VII. Alexander Enters Pskov / Entrada de Alexander en Pskov
Partió Rusia a la gran batalla./ Derrotó al enemigo. / Nuestra tierra no aceptará enemigos. / Quien nos invada será recompensado con la muerte. / ¡Alégrate! ¡Canta, madre Rusia! / En Rusia no aceptaremos enemigos.
No se verá el enemigo en nuestras aldeas. / Quien nos invada será recompensado con la muerte. / No se verá el enemigo en nuestras aldeas. / Quien nos invada será recompensado con la muerte.
En nuestra Rusia, en la gran Rusia, no aceptaremos enemigos. / En nuestra Rusia, en la gran Rusia, no aceptaremos enemigos.
¡Alégrate! ¡Canta, madre Rusia! / No habrá perdón para ningún enemigo de Rusia. / ¡Alégrate! ¡Canta, madre Rusia! / Toda Rusia se ha unido en esta gran celebración.
¡Alégrate Rusia, alégrate, madre Rusia!
© De la introducción: Joseba Lopezortega Aguirre, Bilbao, 2014
© De las traducciones: Joseba Lopezortega y Pablo Suso, Bilbao 2010-2014