“Ein Heldenleben” (“Una vida de héroe”), uno de los grandes poemas sinfónicos de Richard Strauss, protagoniza el próximo concierto en Bilbao de la Orquesta Sinfónica de Euskadi, el martes 3 de marzo. Esta gran obra se abordará con la participación de estudiantes de Musikene, hasta completar una impresionante formación de 110 músicos en el escenario. “Ein Heldenleben”, compuesto en 1899, es uno de los cierres musicales del siglo XIX y abre el periodo de plena madurez compositiva de Strauss. Requiere una entrega plena de los músicos y un fuerte dominio de los tiempos y un gran trabajo intelectual por parte del director, que en este caso será el titular de la OSE, Jun Märkl, lo cual representa una verdadera garantía. Merecería la pena reflexionar algún día en algún foro sobre cómo y por qué las orquestas vascas se muestran tan distintas en función del maestro que trabaje con ellas un programa.
El programa de la OSE lo completan dos obras de Saint-Säens y otra de Haydn, igualmente interesante y peculiar. De Saint-Säens se ofrecen “Marcha heróica” y “Phaéton”. La “Marcha heróica” se relaciona en la historia de la música francesa con la fundación de la Sociedad Nacional de Música, que presidida por el propio Saint-Säens aglutinó a creadores como Fauré, Franck, Lalo, y posteriormente a Debussy, Dukas o Ravel. “Phaéton” es un breve poema sinfónico que narra el avatar mitológico del héroe homónimo, y es una obra muy raramente escuchada en Bilbao, si es que se ha llegado a interpretar en la Villa en su versión orquestal.
El programa se abre con la Sinfonía Concertante de Haydn. De esta obra dice un remitido de la OSE:
“Cuatro miembros de la Orquesta de Euskadi serán solistas invitados: Lorenz Nasturica-Herschcowici, concertino permanente invitado; Juan Ignacio Emme, violonchelo solista; Hervé Michaud, oboe solista, y Marco Caratto, fagot solista, interpretarán junto a la Orquesta la Sinfonía Concertante de Haydn. Que músicos de la Orquesta abandonen sus posiciones en los atriles para asumir el rol de solista invitado en un programa de Abono es práctica habitual. Sin embargo, no lo es tanto que sean cuatro los miembros de la Orquesta que intervengan como solistas en una misma obra. Y es que la combinación de solistas de la Sinfonía concertante para oboe, fagot, violín y violonchelo en si bemol mayor, opus 84 de Joseph Haydn es francamente inusual. Su origen es circunstancial, ya que se debió a una reunión de virtuosos de dichos instrumentos en un prestigioso ciclo de conciertos en Londres, los Conciertos Salomon. En palabras del compositor y crítico Mikel Chamizo, autor de las notas que acompañan al programa, “Haydn, con su inigualable maestría técnica, logró equilibrar esta delicada combinación de timbres al servicio de una música fresca y encantandora, sin demasiada profundidad -dicho esto sin ánimo despectivo-, desplegada sobre un delicioso discurso camerístico que domina claramente sobre la parte orquestal y en el que sobresale, ocasionalmente, el papel del violín”.
La cita en el Euskalduna, el martes 3 de marzo a las 20 horas.