Joseba Lopezortega /
“Important announcements today in the Basque Country”. Así saludaba esta mañana Robert Treviño a sus seguidores en twitter. Apenas unas horas después, las importantes noticias se concretaban en dos: la extensión de su contrato como titular de la orquesta y una gira de tres conciertos con su orquesta visitando Linz, Bregenz y la Herkulesaal de Munich, sede oficial de la Sinfónica de la Radio de Baviera.
Contrato prorrogado
Para contextualizar la importancia de la prórroga del compromiso de Treviño, sirva decir que el temor entre los aficionados vascos era el contrario, esto es: que el maestro norteamericano no llegara a finalizar su contrato, a la vista de su calidad y de la talla de sus compromisos internacionales, como sucedió –sin grandes traumas, por otro lado- con Andrés Orozco Estrada. Que Robert Treviño acepte prorrogar significa por lo tanto varias buenas cosas: la primera, que la dirección de la orquesta y la Consejería de Cultura han sabido ofrecer y gestionar la prolongación de su compromiso con la Sinfónica de Euskadi en un momento dulce del maestro; la segunda, que el maestro percibe en la OSE calidad suficiente como para querer darse más plazo con ella, algo que sólo es posible si confía en que las dos partes crecerán, él y sus músicos.
Con esos horizontes y si continúa trabajando con intensidad las temporadas, la OSE puede progresar mucho junto a Treviño, y esta es la tercera y más importante de las consecuencias: una orquesta mejor servirá mejor a sus públicos y a su sociedad, que no es sino el sueño –y el deber exigible, desde luego- de cualquier empresa pública cultural. Si centramos la atención en el significativo reducto de los aficionados y aficionadas vascas, están y estamos de enhorabuena: Treviño es valiosísimo en el repertorio de muchos de sus programas.
De gira con la OSE
Girar con su orquesta, gozar de exposición internacional, es una parte importante de un proyecto musical atractivo para un maestro sin techo a la vista y para una orquesta eficazmente comprometida con llevar el nombre de su país más allá de sus propias fronteras, es decir para una orquesta con vocación nacional. La visita de la OSE a Linz, Bregenz y Munich no puede entenderse como un hito, sino como parte de una deseable rutina, como una vertiente de su actividad a reforzar.
El plato fuerte de la gira y segunda parte común de los tres programas lo constituye la Sinfonía número 4 de Gustav Mahler, un compositor que Treviño dirige con una madurez y una clase sobresalientes. Cantará la soprano alemana Mojca Erdmann. Para las primeras partes, en Linz se ofrecerán Meditación de Aita Donostia y una selección de arias de Mozart, compositor en el que Erdmann es especialista, y en Bregenz Siete Lieder de Pablo Sorozábal y el Concierto número 2 de Prokofiev con Vadim Gluzman. En Munich será Variaciones Enigma de Elgar la exigente obra que abrirá el programa.
Es destacable que la visita de la OSE a Bregenz irá precedida de la celebración de la exposición colectiva “Bilbao – Bregenz” en la Kunsthaus Bregenz, una exposición conmemorativa con obra de los cuarenta artistas que han realizado intercambios entre la Kunsthaus Bregenz y la Fundación BilbaoArte –auspiciada por Ayuntamiento de Bilbao y BBK- durante los años 2006 a 2016.