Por estas fechas, los colaboradores de Klassikbidea elegimos aquellas citas musicales que, por unas u otras razones, han sobresalido en el año que acaba. La lista no presente ser exhaustiva y sólo representa las preferencias de cada uno, pero si se analizan mínimamente no es difícil extraer algunas conclusiones. Como síntesis, quizá 2019 ha sido el año de la ópera, con dos grandes éxitos de ABAO y una apasionante propuesta del Teatro Arriaga.
Aquí están las citas que hemos elegido, expresadas con libre formato.
Joseba Lopezortega /
La buena opinión sobre la calidad de la oferta musical que disfrutamos en Bilbao se extiende como una mancha de aceite. En general comparto esa visión positiva, aunque con algunos matices. Es verdad que para la dimensión de la Villa -incluso si pensamos en el Gran Bilbao- disfrutamos de una oferta amplia, consolidada y plural, con joyas como la Filarmónica, ABAO y la circunstancia de poder acceder a dos temporadas sinfónicas gracias a la existencia de las dos orquestas vascas. También está el Arriaga, desde luego, y el festival Musika Música, de enorme potencial. Los matices a los que me refiero tienen que ver no con la amplitud de la oferta, sino con su profundidad. Creo que algunos de estos agentes de la vida musical bilbaína debieran rendir más y mejor.
2019 ha sido un año en el que ha sobresalido la ópera, con ABAO consolidada como la más perfilada oferta musical vasca. Dos títulos han sobresalido entre todos los representados, Lucia di Lammermoor y las memorables funciones de Los pescadores de perlas. Pescadores quizá haya sido el título más redondo en ABAO en los últimos años, con Javier Camarena y Lucas Meachem. Dadas las circunstancias en las que se desenvuelve el trabajo de ABAO, el trabajo de la asociación merece un sobresaliente.
Un tercer hito operístico se vivió en el Teatro Arriaga, con una producción sumamente interesante de Mendi Mendiyan, de Usandizaga, liderada por Calixto Bieito. Esta Mendi Mendiyan puso sobre la mesa algo muy interesante: es posible producir localmente a un alto nivel cuando se suman cabalmente los distintos talentos de los que disponemos. En la ópera de Usandizaga confluían Bieito, el maestro Erik Nielsen con la Sinfónica de Bilbao, un elenco con fuerte presencia de voces vascas y la Sociedad Coral de Bilbao.
Sin salirnos del Arriaga, destacable el éxito de público merecidamente obtenido por el musical West Side Story. Diversos medios “clásicos” (incluido este) se hicieron eco de esta producción, razón por la que la cito, además de por mi propia inclinación a este género. Pero cuando el musical se ofrece con esa calidad puede y debe romper convencionalismos, así que WSS está en la lista con merecimiento.
Cambio de enfoque. Una edición algo más discreta que otras anteriores de Musika Música acogió a la fascinante agrupación neoyorquina Orpheus Chamber Orchestra, que dio dos conciertos de ley. Uno de ellos, con música de Gershwin, Copland y John Adams (Shaker loops) fue simplemente inolvidable.
Bilbao tiene la suerte de poder disfrutar a poca distancia (una hora de coche) de la oferta musical de San Sebastián, con su Quincena Musical y con el envidiable ciclo de conciertos de Kursaal. Creo que la edición 2019 de Quincena no ha tenido el vuelo de otras anteriores. El ciclo de Kursaal ofreció un gran concierto con la NDR Elbphilharmonie dirigida por su titular, Alan Gilbert, haciendo la Séptima de Anton Bruckner. Antes, completando un programa exigente y largo, Leonidas Kavakos fascinó con el Número 2 de Bartok. Tengo que remontarme muchos años atrás para recordar un violinista semejante.
Nora Franco Madariaga /
Esta tarea de escoger lo mejor del año tiene su aquél. En cuanto se empieza con el repaso, hay un par de momentos musicales que uno tiene clarísimo que van a figurar. Pero luego suele haber un gran vacío mental, porque el tiempo tiene esa manía tan suya de borrarnos las cosas de la cabeza, y hasta que uno no repasa notas, programas y publicaciones, no empieza a recordar a cuántos eventos hemos asistido durante el año. Y ahí es donde surge el problema, porque lo excelente permanece indeleble y lo malo mejor si siguiese en ese olvido, pero hay otro montón de obras, conciertos, solistas, orquestas, directores y coros, que querríamos mencionar en este resumen y no se puede, que para algo es un resumen.
Así que yo he hecho mi pequeña y particular selección de cinco buenos momentos que la música de este año que acaba me ha proporcionado y, como la cabra tira al monte, todos y cada uno de ellos tienen mucho que ver conmigo.
Obviamente, la ópera no podía faltar. De hecho, he escogido tres. Pescadores de perlas de Bizet y Lucia di Lammermoor de Donizetti cerraron y abrieron temporadas de ABAO respectivamente con una calidad y un nivel absolutamente destacable. Intérpretes (Javier Camarena, Jessica Pratt, Ismael Jordi, Lucas Meachem, Juan Jesús Rodríguez, Mª José Moreno…), directores musicales (Ciampa y Frizza, nada menos) y escénicos (Pizzi y Mariani), nuestras dos orquestas y el Coro de Ópera de Bilbao se han unido en estas dos obras para dejar el listón tremendamente alto. Y, con una producción muy distinta pero no peor, el Arriaga ofreció en junio Mendi-Mendiyan de Usandizaga: una apuesta muy personal de Bieito con mayoría de cantantes locales que puso en valor la a menudo menospreciada ópera vasca.
Como cuarta selección, un cambio de tercio radical: el concierto familiar que pudimos escuchar en el festival Musika-Música de manos de Alberto Urretxo y Euskadi Brass, con obras de Premru, Susato, Byrd, Langford, Parker y Hazell. Un repertorio poco habitual, innovador y fresco pero muy complicado que hizo las delicias de niños y mayores.
Y para terminar el resumen, un concierto poco habitual en este tipo de listados, pero que merece la pena destacar por el numerosísimo público, el unánime éxito y por lo sorprendente de su calidad: el concierto que ofreció en Abandoibarra durante Aste Nagusia la televisiva cantante Mónica Naranjo junto a la Coral de Bilbao y la BOS. Un año musical muy completo, sí, señor.
Pablo Cepeda /
Orpheus Chamber Orchestra. Musika-Música
Oportunidad de lujo la que ofrecía el Musika-Música 2019 para escuchar esta veterana formación en la que cada músico aporta talento y la música fluye por igual entre atriles. Ritmo preciso y energía inagotable en Shaker Loops de Adams y toda la delicadeza y finura de Britten en su Simple Symphony. Un concierto para recordar muchos años.
BOS. Eliahu Inbal
Todo un maestro de referencia en el sinfonismo mahleriano para abordar su séptima sinfonía. Llevó a la BOS a cotas sobresalientes que crearon un ambiente de lectura reposada pero no monótona ni exenta de sorpresas en la que las intervenciones solistas lucieron a un alto nivel. Placer no solo musical sino visual, qué fácil parece todo con el Maestro Inbal.
Olivier Latry. “Bach to the future” Basílica de Santa María de Uribarri, Durango
El organista de Notre Dame visitaba Bizkaia en una mini-gira un mes después del terrible incedio que asoló la la icónica catedral de París. En programa música de Bach tanto original como revisitada o transcrita por autores románticos. El concierto fue redondo de principio a fin, con una técnica envidiable que unida a las inteligentes registraciones empleadas en el órgano romántico Walcker (1943) de la Basílica de Durango hicieron de la velada algo difícilmente olvidable.
Daniel Oyarzabal (órgano), Joan Castelló (percusión). Catedral del Buen Pastor (Donostia). Ciclo de órgano de la Quincena Musical Donostiarra
El ciclo de órgano de Quincena Musical es una de las citas más consolidadas y exitosas del festival veraniego. La Catedral del Buen Pastor suele registrar llenos envidiables y en la edición de 2019 se presentaban dos conciertos singulares. Tras un concierto de cine mudo (Juana de Arco, Dreyer 1928) brillantemente acompañado por Karol Mossakowski pudimos dsfrutar del último proyecto discográfico de Daniel Oyarzabal: Bolero “The orchestral organ” que incluye transcripciones para órgano de conocidas obras sinfónicas con percusión. El monumental órgano de la catedral donostiarra (el más grande del país) con Daniel Oyarzabal a los mandos y secundado por Joan Castelló completó con éxito un concierto ameno y lleno de dificultad.
Martha Argerich. Teatro Campos Elíseos (Bilbao). Concierto perteneciente a la temporada de la Sociedad Filarmónica.
Una leyenda viva del piano que nos recordó sus mejores cualidades: fraseo vivo, articulación precisa y poderosa y un sentido de la musicalidad que engancha. Nos ofreció la Partita nº2 de Bach, una de sus obras fetiche, y el concierto nº1 de Liszt, en el que la Kremerata Báltica dejó tuvo un papel discreto y pálido al lado de la enérgica pianista argentina.